Con movimientos casi automáticos, doña Paulina Centurión, sentada en un banquito en su puesto de venta del Mercado Cuatro -como lo viene haciendo hace casi medio siglo-, trabaja incansable armando un gran pindó hecho especialmente para exportar al extranjero para la celebración del Domingo de Ramos.
Reivindicando la tradición religiosa, la vendedora que exporta las palmas a España y a Argentina valoriza que los creyentes vuelvan a practicar las costumbres del ymaguare y sigan cultivando su fe.
A pocos metros, desde su gran puesto de remedios yuyos, preocupada, Simeona Acosta habla de la escasez de la materia prima, el pindó, en el mercado local.
En este contexto, aclara que la escasez lleva a que el costo de elaboración y comercialización también aumente.
Aun así, no pierde las esperanzas de vender en gran cantidad su mercadería con alto simbolismo religioso.
“Hay todavía personas que se recuerdan de Dios”, rescata la popular yuyera, luego de liberar un suspiro que pausa su particular sonrisa.
“Es una tradición cristiana”, asegura, por su parte, la vendedora Natalicia Rodríguez, resaltando que ella lo hace por amor a la tradición. “Yo empecé a hacer esto con mi mamá y mi abuela, no lo hago por plata, sino para mantener la costumbre religiosa”, sostiene.
DE EXPORTACIÓN. En tanto, los miles de migrantes connacionales dispersos por el mundo siguen conservando las costumbres de la Semana Santa “a lo Paraguay”, dice Natalicia, añadiendo que eso se verifica con la comercialización del pindó más allá de nuestras fronteras.
Las vendedoras reconocen que la exportación de las palmas aumentó con la migración de los paraguayos.
“Yo mandé una gran cantidad de palmas a España. Como van por avión, envié pindós chiquititos, así pesan menos”, especifica, por su parte, doña Paulina.
También los envían a Buenos Aires y Rosario (Argentina) y Ciudad del Este (Alto Paraná). Los precios de las palmas se establecen según el tamaño o “la cara del comprador”, comentan. Hay a partir de G. 2.000 hasta G. 35.000.
“Hasta el momento estamos vendiendo bien, no me puedo quejar. Por ejemplo, esta semana ya envié cerca de 500 a Buenos Aires y a Rosario”, relata
CREENCIA POPULAR. El pindó una vez bendecido en la celebración del Domingo de Ramos, según la tradición popular , tiene poderes curativos y protege de la mala suerte.
Muchos creyentes utilizan la palma bendita, comúnmente denominada pindó karai, para ahuyentar la mala onda, quemando sus ramas y expandiendo el humo producido, en forma de incienso.
<h2>SE INICIAN LAS CELEBRACIONES DE LOS DÍAS SANTOS</h2>
Mañana, a partir de las 11, el arzobispo Mons. Pastor Cuquejo bendecirá las palmas y oficiará la celebración litúrgica del Domingo de Ramos en la Catedral Metropolitana, con la que se comienza la Semana Santa.
En tanto que el Jueves Santo, desde las 9, todo el clero renovará el ministerio sacerdotal, durante la misa crismal en la Catedral.