El Ing. Édgar Mayeregger, coordinador de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), indicó que enero había comenzado con una buena cantidad de agua caída, que benefició en cierta medida a los cultivos, aunque ahora están precisando nuevas precipitaciones para que tengan buen rendimiento.
“Hay algunas zonas en donde seguimos teniendo inconvenientes con el desarrollo de los cultivos, porque la falta de lluvia se mantiene. Enero empezó bien y estamos teniendo pronósticos de que este fin de semana tendríamos nuevas precipitaciones, lo que sería un refuerzo que ayudaría mucho a los cultivos”, expresó.
Mayeregger alegó que parte de Alto Paraná, Itapúa, parte de Canindeyú e, incluso, San Pedro tuvieron chaparrones en los últimos días, que ayudaron a que los cultivos que estaban con problemas experimentaran un alivio. Sin embargo, alegó que la soja muy tempranera, que se cultiva entre agosto y setiembre, que se empezará a cosechar la próxima semana, sí tendría muy bajo rendimiento debido a que resintió más la falta de agua.
“Estuve viendo que ya hay algunas cosechas de soja, pero aún son parcelas y todavía no representan números para prever lo que pasará, con rendimientos que están por debajo de los 2.500 kilos por hectárea. Pero, representarían apenas un 15% de las 3.500.000 hectáreas cultivadas”, señaló el técnico.
Otro comportamiento atípico del clima, que afectó a los cultivos tempraneros de soja, maíz y sésamo, incluso, fueron las bajas temperaturas de octubre y noviembre, con menos de 20°C, que afectaron a las siembras tempraneras, que aunque no mataron a las plantas, retardaron el desarrollo de los cultivos.