18 abr. 2024

Las playas son vertederos de pilas y desechos patológicos

Una considerable cantidad de pilas y desechos patológicos se encontraron el pasado sábado en las playas de Itá Enramada, en el sector conocido como Puerto Casaccia, durante una segunda jornada de limpieza que involucró a más de 300 empleados municipales y efectivos de las Fuerzas Armadas.

Este tipo de basura se diferencia de los residuos sólidos domiciliarios por su elevada toxicidad, aunque también en este último grupo se tiene a las bolsas de polietileno, que son altamente contaminantes y que con la bajante del río se ven regadas en las costas.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)/Organización Panamericana de la Salud (OPS), una pila de mercurio es capaz de contaminar 600.000 litros de agua, y una alcalina, 167.000 litros. Aquellas que quedan enterradas en el suelo, al degradarse, empiezan a perder mercurio, litio, plomo o cadmio, que son elementos considerados cancerígenos.

Otro sector importante de Itá Enramada se mantiene con todo tipo de desperdicios regados en sus arenas, donde también se observan todo tipo de peces muertos, algunos cangrejos, entre otros.

ADVERTENCIA. La concejala Elena Alfonsi advirtió sobre el peligro que representa para la salud de las personas el hecho de que tanto material tóxico como pilas y basura hospitalaria, que se suman a las miles de bolsas plásticas esparcidas, terminen en las zonas ribereñas y entren en contacto con el agua.

“Sabemos que una sola pila puede contaminar miles de litros de agua. Y aquí encontramos una gran cantidad, al igual que jeringas y otros desechos patológicos que los colocamos en bolsas diferentes para ser dispuestas de una forma diferente y en otro sitio que no sea el vertedero Cateura”, sostuvo.

La edil expresó que se debe impulsar una intensiva campaña de concienciación ciudadana, de manera que la gente deje de arrojar este tipo de desechos a los raudales, a las calles o en otros sitios, para que finalmente vengan a parar a las costas del río o de los arroyos, con todo el riesgo sanitario que esa práctica irregular implica.


Condena fallida por acumular baterías
Bajo el argumento de que no contaba con licencia ambiental, en el 2017 se pidió condena de dos años contra Rubén Figueredo por acumular pilas y baterías en tambores. Al final, la defensa encabezada por la abogada Rosa Vacchetta logró dejar sin efecto tal sanción.