El abanico de perspectivas de cara al accionar de la economía local en el año próximo, va desde los pocos motores de impulso que observan algunos actores consultados, hasta el análisis realizado puntualmente por la Fundación Desarrollo en Democracia, para cuyo responsable, Alberto Acosta Garbarino, se avizora buen escenario para que el agro y la energía eléctrica brinden de nuevo la oxigenación al crecimiento.
El economista Víctor Raúl Benítez se considera heterodoxo, y postula un escenario prospectivo de 2% de crecimiento del PIB, “porque no veo que los empresarios estén en un país como el nuestro, mediterráneo, comprando insumos para producir en 2020”, según concluye.
Tampoco observa que la construcción brinde las señales necesarias, a pesar del buen efecto redistributivo mayor al primario que tiene aquel sector. Dice que aún con un incremento del 6% en este renglón (la construcción) que tuvo en los últimos meses del año, no se evidencia un dinamismo similar al de los años anteriores, que lograba compensar la desaceleración del sector primario.
Escéptico. Sostiene el analista que cuando el IMAEP expone un crecimiento del 6% en la construcción, muchos entendidos se excitan y se vuelven demasiado optimistas, pero trae a colación el primer trimestre pasado, que hubo mucha caída en el ámbito, llegando a un acumulado promedio ponderado del 5%.
El referente enfatizó, por otra parte, en que el sector terciario ya está llegando a casi el 50% del PIB, porque los servicios (seguros, fleteros por el río, el marketing internacional, las telecomunicaciones, etc.), sí muestran más dinamismo últimamente.
Enfoque en el agro. Otro economista, Aldo Centurión, tampoco ve muchos motores de arranque para el 2020, y a lo sumo proyecta un 3%, dependiendo del agro; aunque también hace alusión a las inversiones para los puentes con Brasil.
Las medidas argentinas, por su parte, y su impacto en un eventual retorno de ciertas restricciones para los productos paraguayos, también deben ser analizados, a criterio del mismo, pero con una opción desde la mirada de los inversores: Paraguay puede ser más atractivo que el país vecino, aprovechando también que el 90% de la carga por la Hidrovía es con buques de bandera paraguaya.
Manufactura. Por otra parte, la empresaria Carmen Cosp dice ser optimista, pero mantiene cautela y no cree que se pueda llegar a un 3,5% de crecimiento en el año venidero. Aboga para que las autoridades impriman más empeño a cuidar la industria local, ya que desde Argentina siguen llegando las mercaderías con ingreso dudoso en las fronteras.
“Las veredas están llenas de productos, entre ellos los de limpieza, que golpearon a algunas industrias. Tienen mucha diferencia de precio y son manejados por gente que no paga alquiler ni impuestos”, lamenta.
Particularmente, la empresa que maneja logró empatar este año, pero la aspiración es crecer y acompañar el ritmo económico, “ya que es la única manera de generar empleos; y las autoridades deben exponer las reglas claras del juego”, dice.
Para el sector al que representa su empresa (el de los domisanitarios) se notó que algunos mercados cayeron, como el de Argentina, pero que otros, como Colombia, Uruguay y Chile hacen el contrapeso, para arremeter el 2020 con renovadas fuerzas.