El discurso de la FIFA sobre la terminación total de los estadios se contradice con el relato de la prensa que arribó a una de las ciudades sedes de la Copa Confederaciones.
A dos días del inicio, el estadio de Recife aún aloja obreros en su interior y en su exterior. Un centenar de trabajadores mejoran los accesos para albergar a los simpatizantes que el domingo dirán presente en el gran juego que, con cartel de entradas agotadas, medirá a Uruguay y España.
La organización acelera su marcha para tener todo a punto, mientras que la prensa internacional no deja de alarmarse por la extraña situación. Los discursos del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y del secretario general, Jerome Valc- ke, hablaban de una finalización total de las obras, pero periodistas uruguayos y españoles describen desde el lugar que las obras están lejos de llegar a su fin.