@cecicolinas
Cristina Cornejo es una joven diputada de 32 años. Representa al departamento La Libertad en el Parlamento de El Salvador, donde es una de las 13 congresistas mujeres del FMLN.
Estuvo en nuestro país el 9 y 10 de setiembre, para participar de la sexta conferencia de jóvenes parlamentarios de la Unión Interparlamentaria. Hace hincapié en que el trabajo de los parlamentos debe abocarse en garantizar los derechos, sobre todo a los jóvenes para evitar que la violencia a través del narcotráfico o el crimen organizado siga ganando terreno en América Latina.
Cuestiona que no se quiera dar participación a las mujeres en los espacios de tomas decisión en algunos países donde no hay leyes de paridad. Por lo tanto, se muestra a favor de las leyes que otorgan cuotas para la participación de las mujeres y los jóvenes para que haya mejor representación popular, teniendo en cuenta el porcentaje que ocupan a nivel mundial esos dos sectores. Sostiene que la lucha contra la corrupción debe ser implacable contra los funcionarios públicos que malversan los fondos del Estado y traicionan la confianza de la gente.
–La participación política de la juventud es lo que convocó a este congreso y hablando de eso, ¿cómo percibe el empoderamiento de los jóvenes y también de las mujeres en la política?
–Si los parlamentos y los jefes del Estado no trabajan de cara a fortalecer o de tomar en cuenta las posiciones de las mujeres y los jóvenes, no estamos trabajando para resolver las necesidades de la mayoría de la población. Los jóvenes y las mujeres somos mayoría. Hay un bono demográfico y eso hay que saber aprovechar. No sé cómo es en Paraguay, pero en el caso de El Salvador, menos del 10% de los alcaldes son alcaldesas de 262 municipalidades. Esa es una preocupación porque las mujeres no se están empoderando como debiese ser. Nosotros hemos avanzado mucho en materia de legislación a favor de las mujeres en el Salvador, con una ley de igualdad, contra la discriminación y contra la violencia.
–¿En su breve estadía por Paraguay qué ha podido observar en esta materia?
–Me decían que aquí hablar de equidad de género no a muchos les gusta. Es un error, desde mi humilde opinión. Las mujeres tienen que seguir siendo valientes para poner esos temas en discusión. Es muy interesante contar con la combinación de hombres y mujeres en los espacios de toma de decisiones.
–Aquí se rechazó la Ley de Paridad. ¿Es indispensable para asegurar la participación femenina?
–Considero que las cuotas de género y para la juventud no deberían existir en sociedades donde los derechos para las mujeres y los jóvenes son igualmente cumplidos, pero no es así. Por lo tanto, creo que las cuotas son una manera de establecer una discriminación positiva a favor de las mujeres. En los países donde hay cuotas, hay mayor participación de las mujeres porque la ley obliga. Donde no hay cuotas, hay muy baja participación de las mujeres. Las mujeres somos capaces y lo estamos demostrando. Tenemos igualdad de condiciones y derechos y somos igualmente capaces. La participación política de la mujer ha avanzado pero sigue siendo insuficiente porque todavía hacen falta más mujeres en los poderes de decisión, presidentas de la República, ministras, en fin encargadas de tomar decisiones en todos los niveles. Hemos estado en un sistema patriarcal, en América Latina y en el mundo. Hemos estado dominados por el adultocentrismo. Tenemos que tomar medidas para cambiar.
–Por otro lado, la violencia está ganando terreno en la región, a través del narcotráfico, el crimen organizado y otras formas. ¿Cómo se puede contribuir para combatir ese auge?
–Uno de los temas centrales de la conferencia fue como establecer políticas y prácticas innovadoras que promuevan el bienestar y la felicidad. La felicidad tiene la base de que todos los derechos humanos de nuestros países sean garantizados para que deje de haber violencia, discriminación. Pongo como ejemplo a El Salvador El 60% de la población son menores de 35 años, 3,7 millones de habitantes.
¿Quiénes son los que generan violencia? Digámoslo de esta manera, son los jóvenes menores de 35 años, porque no se les ha garantizado sus derechos, por lo tanto no pueden encontrar la felicidad. En nuestras naciones, a los jóvenes, no se les está garantizando, lo que dictan nuestras constituciones y lo que necesitan nuestras poblaciones. Esa debe ser la base para tomar decisiones y erradicar la violencia de diferentes maneras: Crimen organizado, violencia feminicida, violencia entre los mismos jóvenes, etcétera.
–¿Qué pueden hacer ustedes los parlamentarios para cambiar algo?
–Ahora que estamos habiendo más parlamentarios jóvenes en la región, yo creo que debemos jugar el papel que los jóvenes esperan de nosotros. ¿Por qué no se garantiza la educación, porque el empleo no está garantizado, por qué el esparcimiento sano no está garantizado, por qué hay tanta delincuencia? Entonces yo creo que son problemas de fondo que la representación que tenemos nos obliga a hacer algo.
–También tenemos en común entre nuestros países, un mal que se ha instalado en las instituciones y ya es común hablar de eso, la corrupción. ¿Desde su punto de vista, hay avances o retroceso en la región?
–Se ha venido avanzando, porque creo que en los últimos años se ha puesto en evidencia la corrupción. La persecución a los casos de corrupción es reciente. La gente nos deposita su confianza y lo que menos podemos hacer es traicionarla. Aquel que traiciona la confianza de la gente y hace un mal uso de los recursos públicos debe ser severamente castigado. En mi opinión, pasa por fortalecer las instituciones. Que la Fiscalía General funcione de verdad y que se persiga a aquellos que han robado. Sigue habiendo lugares donde hay funcionarios intocables. La corrupción existe desde que los seres humanos existimos y hay que luchar para erradicarla día a día.
–Las instituciones públicas, entre ellas el Congreso, se han hecho permeables y el narcotráfico y otras organizaciones encuentran un asidero.
–Hace un par de años aprobamos la Ley de Partidos Políticos. Una de las cosas que regulamos a fondo fue el financiamiento político, para que un narcotraficante no financie la candidatura de ningún candidato y tenga que decirle como conducir sus cargos. Este es un tema de discusión que se da en los países de la región más que en otros. Estamos viendo como muchos funcionarios, sobre todo los de elección popular están siendo financiados, ligados o vinculados por estructuras del narcotráfico, que tiene la base de garantizar su estatus para que haya menos persecución hacia ellos. Hay que decir que existe, y hay que trabajar más para evitar que gane terreno.
En El Salvador, usted es una de las que abogan por la despenalización del aborto.
–Yo he sido una de las que ha impulsado la despenalización por cuatro causales, dentro de ellas la violación. Hay una gran discusión. Todos estamos a favor de la vida. Yo creo que ninguna mujer quiere abortar, pero las condiciones le obligan a hacerlo. Creo que hayque ponernos en la lógica de que puedes salvar una vida o las dos pueden morir. Tenemos niñas de 10, 11 años que mueren a la hora de dar a luz porque sus cuerpos no están preparados para ser madres. Creo que es una discusión que no pasa por la religión. Es una discusión sobre salud pública y de vida. Si tenemos que trabajar por la vida de la gente, hay que hacer un análisis profundo.
entrevista a la diputada salvadoreña Cristina cornejo
Me decían que aquí hablar de equidad de género no a muchos les gusta. Es un error, desde mi humilde opinión. Las mujeres tienen que seguir siendo valientes para discutir sobre eso.
La gente nos deposita su confianza y lo menos que podemos hacer es traicionar. Aquel que traiciona la confianza y hace un mal uso de los recursos públicos debe ser castigado.
Perfil
Cristina Cornejo. Es abogada y diputada del FMLN de El Salvador. Actualmente, forma parte de la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa. Con 32 años es una de las 40 líderes más jóvenes de su país, además es feminista y católica. Uno de los proyectos por los que aboga para su aprobación tiene que ver con la despenalización de cuatros causales del aborto.