La operatividad del aeropuerto Silvio Pettirossi está en riesgo en los días de lluvia, debido a la falta de trabajos de drenaje en la pista. La situación ya había sido advertida en un estudio de factibilidad para la modernización de la principal estación aérea, elaborada por la consultora internacional Louis Berger Group, en el que señala la inundación de la zona norte de la pista de aterrizaje debido al arroyo Itay.
Precisamente ayer se dio esta situación, ante lo cual el propio titular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Luis Aguirre, insistió en la necesidad de sistemas de drenajes para los días de lluvias, atendiendo a que con mal tiempo la pista se llena de agua.
El presidente de la Dinac sostuvo que estas obras son necesarias, alegando que no tiene detalles de cómo se negoció en periodos anteriores el inicio de estos trabajos.
Como es sabido, la mayoría de los aeropuertos modernos disponen de sofisticadas redes de drenaje que permiten una rápida y eficiente evacuación de aguas de diverso origen, dado que el agua incontrolada puede ser perjudicial para el correcto funcionamiento del aeropuerto.
En el informe de la Louis Berger Group, se hace mención a un proyecto de drenaje pluvial que debía ser implementado y señala textualmente que “es recomendable que la trayectoria del flujo del arroyo Itay sea desviada hacia la cuneta de concreto revestida fuera del lindero actual al oeste de la pista de aterrizaje”.
En su momento, la Dinac llegó a un acuerdo con el consorcio Las Residentas que ofreció hacer las obras gratuitamente si permitían la extracción de tierra para rellenar parte del tramo de la autopista Ñu Guasu, actualmente en construcción.
Sin embargo, las obras tuvieron que paralizarse a raíz de que en junio pasado el fiscal de la Unidad Especializada de Delitos Ambientales, Carlos Rojas, imputó al ex ministro del Ambiente, Heriberto Felipe Osnaghi Doria, y al anterior presidente Dinac, Carlos Fugarazzo Velázquez, como presuntos responsables de la extracción de tierras en el aeropuerto Silvio Pettirossi, que se realizó para desviar el arroyo Itay.
Fugarazzo se defendió diciendo que la institución a su cargo había solicitado todos los permisos correspondientes a la Seam antes de realizar las obras de rectificación del cauce del arroyo Ytay.