20:10-19/02/07
En el país existen dos especies identificadas en la actualidad, una es la Kuriju, conocida también con los nombres de boa, anaconda amarilla y anaconda del Sur, que se distribuye prácticamente en diversos ecosistemas naturales, acuáticos y terrestres del país, mencionó la bióloga Marta Motte, técnica de la SEAM.
Mientras, que es la otra serpiente, vulgarmente denominada Mboi yagua, es también conocida con los nombres de anaconda del Norte y anaconda verde, y constituye una especie que se distribuye más hacia la zona Norte del país, y puede llegar a medir hasta unos 11 metros de largo, según datos obtenidos en los países vecinos, mientras los registros obtenidos durante investigaciones realizadas en Paraguay no se han podido observar ejemplares con esas dimensiones.
En tanto que la serpiente Kuriju puede llegar a medir entre 4 a 6 metros de largo según observaciones de campo.
Motta indicó que estas especies son de la misma familia (Boidae) y género, no son agresivas ni venenosas, son constrictoras, y con esta habilidad, los ejemplares de mayor edad la emplea para conseguir atrapar a sus presas, enrollándose en ellas, rompiendo sus huesos y asfixiándolas e inmovilizándolas para luego comérselas.
Los pequeños, medianos y grandes mamíferos como el carpincho, los venados, algunos anfibios entre otros animales silvestres, o los terneritos, forman parte de su dieta.
Estas serpientes normalmente son inofensivas en su hábitat natural, y no es común que ataquen a las personas, pues sólo en casos extremos podrían reaccionar con agresividad, en especial cuando se sienten amenazadas, aseveró Motta.