Uno de ellos, Ernesto Fleitas, aseguró que el informe de intervención del Instituto Nacional del Cooperativismo (Incoop) revela hechos sumamente serios y que los responsables deben rendir cuentas en las instancias pertinentes. “Las dos cosas más graves fueron la concesión de créditos sin los respaldos correspondientes, haciendo caso omiso a los analistas de crédito, y por otro lado, la captación de fondos sin los requerimientos ni las informaciones a la Seprelad. Nuestra cooperativa se volvió un lavadero”, indicó.