04 ago. 2025

Lafarja La mujer que venció al Dakar

Recibimiento. Con Eugenio Arrieta, su copiloto, en la rampa de bienvenida.

Recibimiento. Con Eugenio Arrieta, su copiloto, en la rampa de bienvenida.

Coraje, arrojo, capacidad, determinación, personalidad, garra, pasión, todos estos adjetivos y más serán pocos ante todo lo que hizo y consiguió Andrea Lafarja, la paraguaya que pudo culminar el Dakar 2019, la competencia extrema más difícil del mundo.

Fueron más de 5.000 kilómetros que pudo sortear, entre dunas, algunas de más de 500 metros de altura, terreno pedregoso y sobre todo peligroso, pero ahí estaba la piloto paraguaya que puso esa dosis de valentía para sortear todas las vicisitudes que presentaba cada una de las 10 etapas de la competencia.

HERENCIA. Andrea, proveniente de una familia en donde corre gasolina por las venas, siempre tuvo el sueño de correr algún día el Dakar.

Cuando expresó esa idea, ese objetivo, sus hermanos respondieron a coro: “Estás loca, no vas a aguantar, al primer día ya vas a abandonar. Pero ellos cambiaron cuando vieron que yo gané el Desafío Ruta 40, en Argentina”, acotó con orgullo.

“Yo soy una persona que no tiene un físico trabajado, un físico de una atleta, pero el Dakar no es solo físico, es mental, es tener ese convencimiento de lograr el objetivo que uno se propone. Para mí fue ese, sabía lo que quería, estaba dispuesta a sacrificarme para conseguirlo”, puntualizó la guerrera del desierto.

DURA LUCHA. “No fue nada fácil, tuve que dejar mi trabajo y comenzar un proceso de preparación fuerte para lo que se me venía, entrenamiento intensivo, nutricionista, un cambio de rutina total, así como tiene que prepararse una persona para tamaña empresa”, rememoró Andrea refiriéndose a su preparación.

Con el correr de los días, las ganas aumentaban, hasta que llegó el momento de iniciar con el desafió codo a codo con los campeones y figuras de este deporte: “Me dio piel de gallina, no podía creer que yo estaba entre ellos, entre todos los pilotos a los que yo solo veía en las fotos, en los videos, ahí cerca de mí, sacándome fotos con ellos. La verdad fue un momento maravilloso que lo disfruté al máximo”.

Ya en plena carrera, la paraguaya tuvo que sortear las dunas: “Si no tenía un motor Toyota, creo que no aguantaba, porque desde un principio tuvimos problemas y culminamos con 5 cilindros, fue una locura, pero por suerte tuve un copiloto, Eugenio Arrieta, que me guió en los momentos difíciles y complicados que tuvimos. Ahí estaba para calmar, tranquilizar todo y así lograr el objetivo”, remarcó la guaraní.

BELLEZA. Cómo hacía Andrea para lucir impecable, tras salir del polvo: “Tenía mi botiquín y ahí tenía algunas toallitas húmedas y cuando tenía tiempo ya me pasaba por la cara, ese fue mi secreto. Además quiero agradecer también a los pilotos que estuvieron conmigo, ellos saben quiénes son, se portaron conmigo”.

Lafarja además agregó: “El apoyo que me llegaba desde Paraguay fue lo que más me motivó, porque yo no soy figura conocida y recién estoy acostumbrándome a todo lo que significa este mundo”.