11 feb. 2025

La unión entre drogas y política se cobra vidas en Pedro Juan

El reciente asesinato de dos conocidos dirigentes partidarios en Pedro Juan Caballero aumentó el estado de intranquilidad y volvió a sacar al tapete el estrecho nexo que existe entre la política y el narcotráfico.

Los estrechos vínculos entre la mafia del narcotráfico y los dirigentes políticos es un secreto a voces en toda la zona del norte del país, pero hace un tiempo que el fenómeno no se manifestaba con tanta violencia, como en los últimos meses, en que fueron asesinados dos importantes caudillos de la región.
Faustino Villaalta, abogado y presidente de seccional colorada, fue muerto el 23 de octubre pasado frente a su casa, cuando salió a atender a una persona.
El 7 de diciembre, el ex intendente Julio “Kapelu” Benítez, otro integrante del partido de Gobierno, era ajusticiado en Pedro Juan, también a manos de sicarios.
En ambos casos se relacionó a los hechos de sangre con la mafia. Tal vez, al que más ligado se tenía con grupos de narcotraficantes era a Villaalta, quien desde su profesión de abogado por décadas defendió a narcotraficantes.
Incluso, su hijo Cristhian fue detenido con un cargamento de 195 kilos de cocaína el 25 de junio en Bella Vista Norte, por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
Esta captura, según las investigaciones, fue la que derivó en la violenta muerte del abogado Villaalta, 4 meses después. Las versiones que manejaban los antidrogas hacían mención que había un faltante de 155 kilos del polvo blanco. La mafia se cobra este tipo de hechos con sangre y se cree que esta desaparición de la droga detonó en la muerte de Faustino.
Cristhian Villaalta tuvo un permiso especial para salir de prisión, fue al sepelio de su padre y sobre el ataúd juró que el asesino iba a pagar también con su vida lo que hizo.

EL OTRO CRIMEN. El 7 de diciembre, en horas de la noche, fue asesinado también Julio Benítez, ex intendente de Pedro Juan Caballero. Si bien no existen pruebas de su vinculación con traficantes, se habla de que su campaña política era costeada por narcos de la región.
Sin embargo, hay acusaciones de los mismos dirigentes del partido Colorado, contra miembros del Partido Liberal Radical, de ser ellos los responsables del crimen.
La dirigencia del partido de Gobierno lanzó un comunicado, donde si bien no afirmaba que los liberales eran los que mandaron ejecutar a “Kapelu”, dejaban abierta la duda. Por su parte, los del PLRA deslindaron su responsabilidad y el asesinato del ex intendente pasó a pelearse en el campo político.

DESCREIMIENTO. La Policía y la Justicia son instituciones que que no tienen ninguna efectividad en el Norte. Según los propios lugareños, porque muchos de sus miembros están comprados por el dinero de los traficantes y otros no quieren proceder por miedo a las amenazas.
“Acá solo a la Senad y al fiscal Arnaldo Giuzzio se les tiene miedo”, relató un poblador de Pedro Juan Caballero a periodistas de este diario.
En los últimos tiempos, algunos de los grandes traficantes de drogas habían abandonado Pedro Juan Caballero, pero no por temor a la Policía, sino más bien por una cuestión de no exponerse tanto en una ciudad que creció mucho. La región de Concepción es la elegida ahora por los mafiosos y buscados por la Justicia, como Jarvis Ximenes Pavão, Erineu Pingo Soligo, entre otros.

Los Acevedo son acusados
El actual gobernador del Amambay, Robert Acevedo, es sindicado como autor moral del crimen de Julio Benítez. Acevedo, quien es liberal y cuyo hermano Julio Carlos ganó la intendencia local justamente a “Kapelu”, son los que están en la mira de los integrantes del Partido Colorado.
Esto debido a que Julio Benítez impulsó una denuncia contra los hermanos Acevedo, de tener doble nacionalidad, y que por eso Julio Carlos no podía asumir la intendencia.
De esta manera, el candidato colorado trató de evitar la asunción del nuevo intendente y se cree que eso le costó la vida.

Fortuna muy cuestionada
Entre las muchas denuncias que se escuchan sobre la familia Acevedo está el del origen de su fortuna. Se menciona que Robert Acevedo tenía, en sus inicios, a Fath Yamil como socio en el negocio de las tabacaleras, hoy prófugo de la Justicia.
Yamil por largos años fue el rey del tráfico de drogas en la frontera, pero su presunta implicancia en el crimen del periodista Santiago Leguizamón hizo que perdiera poder y con la llegada de Fernandinho Beira Mar y el gran crecimiento el clan de los Morel, fue relegado.
El gobernador del Amambay niega tal situación, pero siempre su nombre está ligado a esta figura del tráfico de drogas.