Sin aviones de combate ni alertas de cohetes, la calma regresó este viernes a la Franja de Gaza y a Israel por la entrada en vigor de un alto el fuego, aunque nuevos choques entre palestinos y policías israelíes se registraron en Jerusalén.
Los nuevos enfrentamientos estallaron entre fieles palestinos y agentes israelíes en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del islam, en Jerusalén Este, el sector palestino de la Ciudad Santa ocupado por Israel.
Unos choques similares hace 11 días fueron el detonante de la escalada de violencia que opuso al ejército israelí y al movimiento islamista Hamás, y que se saldó con la muerte de 243 palestinos, incluyendo 66 menores y combatientes, según las autoridades gazatíes, y de 12 personas en Israel, incluyendo a un niño, una adolescente y un soldado, según la policía.
Cumplimos los objetivos, es un éxito excepcional, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comentando la ofensiva militar israelí contra el territorio de Gaza, gobernado por Hamás desde 2007 y en el que viven unos dos millones de palestinos.
“Más de 200 terroristas, entre ellos 25 con rango”, murieron durante la ofensiva, afirmó Netanyahu.
El jefe del buró político de Hamás Ismail Haniyé saludó por su lado una “victoria estratégica” para su movimiento: “Asestamos un golpe duro y doloroso que dejará marcas profundas en la entidad israelí”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió a ayudar a organizar los esfuerzos para “reconstruir Gaza” y dijo que la creación de un estado palestino junto a Israel es la “única respuesta” al conflicto. “Necesitamos una solución de dos estados. Es la única solución”, aseguró el mandatario a la prensa en la Casa Blanca. Asimismo, pidió a Israel poner fin “a las peleas entre comunidades” en Jerusalén. AFP