Por Patricia Lima
lima@uhora.com.py
La transfusión de sangre debe ser gratis en los hospitales públicos. “Si se cobra es corrupción y se debe denunciar”, planteó la doctora Angélica Samudio, directora del Programa Nacional de Sangre. El teléfono 222-573 está habilitado para recibir denuncias.
La supuesta gratuidad está vigente en la ley desde hace años, pero recién ahora hay presupuesto y un plan que permiten avizorar la oportunidad de que dicha normativa efectivamente se cumpla.
Este 2007, por primera vez, el Ministerio de Salud Pública recibió un aumento del 40% en el presupuesto del programa Sangre Segura para adquirir todos los reactivos necesarios y evitar así el comercio paralelo. El rubro para insumos pasó de 4.000 a 6.000 millones de guaraníes.
Hasta el año pasado, la donación de sangre en Paraguay se manejaba con un discurso esquizofrénico. Las autoridades decían una cosa, pero en la práctica ocurría otra.
Si bien la ley 836/80 del Código Sanitario prohíbe la venta de sangre, los familiares del receptor debían pagar un arancel por los insumos (bolsas y reactivos). Así, en la práctica, cada unidad de glóbulos rojos costaba 110.000 guaraníes y en el caso de plasma y plaquetas el precio era de 35.000 guaraníes.
Este cobro y la escasa disponibilidad de sangre para las urgencias favorecían una red de negociados. En noviembre pasado, un canal de televisión en conjunto con el fiscal Arnaldo Giuzzio develaron una red de venta ilegal de sangre manejada por un funcionario del hospital de Mariano Roque Alonso.
El impacto de esta noticia fue positivo. Las autoridades sanitarias reconocieron varias de sus falencias. A la par de los sumarios, el ministro de Salud Pública firmó una resolución por la que eliminaba los aranceles para la transfusión sanguínea. Otro golpe favorable fue que los gremios sanitarios incluyeron entre sus reclamos el pedido de aumento presupuestario para el Programa de Sangre Segura. En diciembre, el Parlamento Nacional aprobó para este año el incremento de más del 40% que permite garantizar los insumos. Por eso ahora la situación es distinta.
NUEVO PLAN. Estas dos jugadas –la resolución de gratuidad y el aumento de presupuesto– fueron aprovechadas por el grupo de profesionales que desde hace dos años asumió la conducción del Programa Nacional de Sangre. Su directora, la doctora Angélica Samudio, explicó que el equipo apunta a cambiar el sistema actual.
En lugar de 43 bancos de sangre distribuidos en todo el país, proyectan centralizar en un único centro productor de los hemocomponentes (glóbulos rojos, plaquetas y plasma) y 4 centros regionales en Coronel Oviedo, Encarnación, Ciudad del Este y Concepción.
El jueves pasado, la Ley de Sangre –que propone este nuevo esquema de organización– tuvo media sanción en la Cámara de Diputados. “Creemos que son buenas noticias”, planteó Samudio.
JUSTIFICACIÓN
Angélica Samudio, directora del Programa Nacional de Sangre: Habrá un solo lugar de distribución
El nuevo proyecto de ley apunta a centralizar la producción de sangre. Desde un único establecimiento se distribuiría a los demás hospitales y se optimizaría el uso de los reactivos, abaratando los costos. “Este cambio estructural evitará el problema de pasarle al familiar la necesidad de sangre. Los pedidos de transfusión deben ser interinstitucionales. El familiar no tiene por qué angustiarse con una necesidad de sangre”, planteó la doctora Angélica Samudio, directora del Programa.
Sangre segura
Con sólo 30.000 personas que se comprometan a ser donantes voluntarios al menos una vez al año se podría cubrir la necesidad de sangre en todo el país. Actualmente son los familiares del paciente accidentado quienes deben conseguir sus donantes. Esto genera angustia en momentos de desesperación y además es más costoso para el sistema. Los donantes voluntarios son más seguros, porque saben que no tienen enfermedades trasmisibles. Actualmente el 20% de la sangre recolectada se desecha, porque al ser estudiada se descubre que está infectada con VIH, chagas, sífilis o hepatitis.