Cuando el príncipe Alberto, duque de York, y su mujer, Elizabeth, tuvieron a su primer hijo, un angelical bebé de brillante cabello dorado, él escribió a su madre la reina Mary: “No sabes la tremenda alegría que es para Elizabeth y para mí tener a nuestra pequeña niña”. Su nacimiento, el 21 de abril de 1926, fue una fuente de gran orgullo personal. El duque, más tarde Jorge VI, nunca pudo haber imaginado que la princesa Elizabeth Alexandra sería con el tiempo coronada como reina Isabel II de Inglaterra, siendo respetada y admirada en todo el mundo como La reina de las reinas, menciona un articulo de Hola.com.
La infancia de las princesas fue idílica, llena de diversión y juegos al aire libre. Su institutriz Marion Crawford –Crawfie- recordaba que las hermanas estaban ansiosas por hacer lo que fuera que hicieran los otros niños.
Lilibet, como era conocida en la familia, era una nadadora entusiasta, habiendo ganado incluso el Children’s Challenge Shield en el club de baño de Londres, además fue niña scout. La princesa acudió a numerosos compromisos públicos con sus padres y fue instruida en Historia Constitucional por Henry Marten, rector del Eton College, además de recibir clases de francés de su institutriz.
La joven princesa se enamoró del príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, un primo segundo lejano cuya madre había sido la bisnieta de la reina Victoria. Conoció al hombre al que se refiere como su “fuerza y soporte” a la tierna edad de trece años cuando visitó el Darmouth Naval College y él fue asignado a enseñarle el lugar. Se casaron en la abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947 y su boda fue emitida a una audiencia radiofónica de 200 millones de personas, todos ansiosos de olvidar las privaciones de la guerra y concentrarse en la radiante novia y su brillante joven oficial naval.
Su coronación, el 2 de junio de 1953, fue uno de los más memorables acontecimientos del siglo XX con un fastuoso, pomposo y solemne ritual. La reina, de 27 años, representaba la determinación de una generación dispuesta a construir un mundo mejor después de la Segunda Guerra Mundial.
Más de 8.000 invitados estuvieron en la abadía de Westminster para presenciar el nacimiento de lo que ya había sido proclamado como “una nueva edad isabelina”, mientras millones más se agolpaban fuera en las calles o se reunían alrededor de sets de televisión comprados recientemente para la ocasión. Isabel II heredó las mejores cualidades de su padre como líder: era seria y atenta, además de ser absolutamente fiel a sus amigos, familia y país
La reina Isabel II celebra hoy su cumpleaños número 95 sin su marido, el duque de Edimburgo, el gran apoyo en sus casi 70 años como jefa del Estado británico, pero con una crisis familiar que hace tambalearse a la monarquía en el tramo final de su reinado. Con este hecho se consolidará como la mujer que más tiempo permaneció en el trono de Reino Unido, superando incluso a la reina Victoria quien murió a los 81 años.
Será una jornada triste para la reina tras el fallecimiento, el pasado día 9 a los 99 años, del príncipe Felipe, el consorte que supo acomodarse a las exigencias de Estado desde que su esposa ascendió al trono el 6 de febrero de 1952. A causa de la pandemia, la reina permanece en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres.