Están las personas y profesionales independientes que se manifiestan con gran creatividad y fabrican equipos o elementos de suma importancia para los centros asistenciales.
Carlos Pereira y Aki Ishibashi, quienes lejos de esperar que Salud provea todos los accesorios para hacer frente a la pandemia, diseñaron vaporizadores automatizados, equipos de suma utilidad para la desinfección de las personas que ingresan o salen de los centros asistenciales.
en Alto Paraná. Un grupo de ingenieros de Minga Guazú también desarrollaron una cortina de desinfección y entregaron en donación al Hospital Regional de Ciudad del Este. El equipo fue instalado en el acceso al servicio de Urgencia, es la única vía habilitada para que los pacientes puedan ingresar a los diferentes servicios.
También en el Departamento de Alto Paraná, estudiantes de la Universidad Nacional del Este nucleados en un grupo al que denominaron Makers Alto Paraná fabrican mascarillas de acetato para donar a los hospitales públicos del departamento. Inicialmente trabajaron con impresiones en 3D, pero tuvieron que buscar otras alternativas debido a la falta de insumos y optaron por el reciclaje. Arturo Fernández, ingeniero electricista, señaló que pudieron confeccionar 250 mascarillas a partir del reciclado de placas radiográficas, que son cortadas con una máquina prestada por una ingeniera, a las que se agrega el soporte y ya están listas para su uso.
En Misiones. Un grupo de jóvenes ingenieros del área industrial, informáticos y alumnos del Colegio Nacional Don Rigoberto Caballero, con bachillerato técnico industrial, de San Ignacio Misiones, construyeron un prototipo de aspersor automático, para rociar y desinfectar de ese modo a las personas, donaron e instalaron su creación al hospital del Instituto de Previsión Social (IPS), colocaron dicho equipo en la entrada al nosocomio.
En Concepción. A raíz de la situación de emergencia y la precariedad del sistema sanitario en Concepción, un joven de profesión carpintero ideó e inventó un respirador casero de intubación que puede sostener a dos pacientes al mismo tiempo. Espera alguna certificación de las autoridades sanitarias para ampliar el desafío. Se trata de Juan Bareiro, del barrio Inmaculada, el mismo aprovechó los días de cuarentena y en tres días completó la máquina de respirador eléctrica y a batería, que, en caso de urgencia, podría salvar dos vidas al mismo tiempo. También en este departamento, con aportes de ciudadanos y médicos, se entregó ayer una cabina de desinfección plus al Hospital Regional de Concepción, ideada y creada por un ciudadano concepcionero. El equipo, que servirá exclusivamente para uso del personal de blanco, fue construido por el joven Juan Bareiro, del barrio Inmaculada. “Hemos conseguido aportes ciudadanos y de los médicos y así pudimos completar este equipo que creemos servirá mucho al personal de blanco para su seguridad”, indicó Bareiro.