Una caseta policial, resguardada con rejas para que no sea robada, es una imagen que habla por sí sola de la situación que se vive en Barrio Obrero, donde vecinos se organizan para hacer frente a los asaltos y otros hechos de inseguridad.
El general retirado Mario Gómez de la Fuente preside la comisión vecinal Próceres de Mayo, que busca organizar a los que viven en la zona.
Para De la Fuente, el único camino para combatir estos hechos es la organización y por ello, hace 11 años que coordina acciones con los pobladores del barrio para cooperar con la Policía para combatir el crimen, principalmente hechos de robo.
La comisión vecinal se jacta de haber gestionado la compra de 57 cámaras colocadas en distintos puntos, además de sirenas y botones de pánico, que son monitoreados por los vecinos y también por agentes policiales. Para Gómez de la Fuente, los agentes policiales deben ser aliados de los vecinos y se debe mostrar confianza en ellos.
En las antípodas de este pensamiento se sitúa Guillermo Samudio, que está al frente de una organización vecinal similar, pero en Lambaré, llamada Comisión Valle Yvate.
Samudio, desde su experiencia, sostiene que no siente el acompañamiento de la institución policial y de no ser por la autogestión de los vecinos, se estaría en un estado de total indefensión frente a los maleantes. “Lastimosamente, (los policías) no hacen mucho seguimiento; muchas veces les proveemos de toda la información y no hacen el trabajo”, se quejó.
El hombre asegura que los ladrones temen más a los ciudadanos organizados que a la Policía. “Cuando hay gente organizada, ellos tienen miedo”, acotó.