La Suprema Corte de Justicia uruguaya negó el 1 de diciembre el pedido de los abogados de Figueredo, pero la decisión fue divulgada apenas este lunes.
Figueredo permaneció detenido casi ocho meses por una investigación anticorrupción contra altos cargos de la FIFA antes de ser extraditado en diciembre de 2015 a Uruguay.
El directivo fue acusado a finales de 2013 por varios equipos de fútbol uruguayo y por la Mutual de Futbolistas del país, de participar en una “organización criminal” que cobraba sobornos por otorgar licencias de transmisión televisiva de partidos.
Además, Figueredo enfrenta en Montevideo cargos por los delitos de estafa y lavado de activos al frente de la Conmebol, entidad de la que fue vicepresidente entre 1993 y 2013, y presidente del 2013 al 2014.