Diversos indicios lo involucraron como autor moral del asesinato del periodista Santiago Leguizamón, ocurrido el 26 de abril de 1991, en Pedro Juan Caballero, pero el padrino Fahd Jamil Georges nunca fue procesado por ese crimen. Por el contrario, en lugar de intentar descubrir el crimen, la Justicia paraguaya se ocupó casi siempre de encubrir las fechorías del Rey de la frontera.
Los únicos jueces paraguayos que se atrevieron a dictar medidas judiciales contra Jamil fueron: el pionero Adalberto Fox, en plena dictadura, y el juez José Gabriel Valiente, en el 2005.
En la década de los 80, cuando era juez en Pedro Juan Caballero, Fox intentó enfrentar a los capos de la droga. “En esa época, el primero en la jerarquía del narcotráfico era Fahd Jamil Georges; el segundo era Joaquinzinho Da Mota; el tercero era Adilson Rosatti y el cuarto era João Morel. Yo los procesé y por eso fui destituido del cargo”, explicó a Última Hora.
El 9 de junio de 2005, luego de que el famoso juez brasileño Odilón de Oliveira se atrevió a condenar a Jamil Georges a más de 20 años de cárcel, por “tráfico internacional de drogas, evasión fiscal y lavado de dinero”, dictando una orden de captura internacional, el entonces juez de garantías de Pedro Juan Caballero, José Gabriel Valiente, dictó también una orden de prisión en territorio paraguayo, ante la presunción de que el capo se había refugiado en nuestro país.
“Tras ordenar la captura de Jamil, recibí muchas amenazas de muerte. Más de una vez fui llevado a Asunción, para protegerme”, explicó Valiente, quien actualmente es presidente de la Circunscripción Judicial de San Pedro. En intervenciones sobre el caso Leguizamón, el magistrado sostuvo que la estrecha conexión de Jamil con el ex presidente Andrés Rodríguez (un hijo de Jamil fue ahijado del general) y otras altas autoridades paraguayas influyó en que el narcotraficante no sea detenido en el país.
IDAS Y VUELTAS CON LA JUSTICIA. Tras permanecer dos años prófugo y mover su influencia desde la clandestinidad, Jamil consiguió en 2007 que el Superior Tribunal de Justicia lo absuelva de los cargos y le permita regresar a la vida pública, pero su inmenso poder en el crimen organizado comenzaba a declinar.
“El gran problema de Fahd fue aparecer involucrado en el asesinato de Santiago Leguizamón, debido a la gran repercusión que tuvo. Las denuncias lo afectaron mucho, sus adversarios aprovecharon eso y le robaron el mercado, especialmente los del PCC (Primer Comando da Capital) y el Comando Vermelho”, explicó el ex gobernador de Amambay y ex presidente del Congreso paraguayo Robert Acevedo, recientemente fallecido.
En el 2019, una nueva ofensiva de la Justicia brasileña, denominada Operación Omertá (con referencia al tradicional pacto de silencio de la mafia siciliana), lo fue arrinconando. Diversos testimonios ligaron a Jamil y su socio Jamil Name como jefes de un comando de exterminio. El Gaeco (Grupo de Actuación Especial de Combate al Crimen Organizado) consiguió probar que Jamil ordenó varios asesinatos en venganza por el ajusticiamiento de su hijo, Daniel Alvares Georges, secuestrado el 3 de mayo de 2011 al salir de un shopping de Campo Grande.
En junio del 2020, el juez Marcelo Ivo de Oliveira, de Campo Grande, dictó la orden de captura de Fahd Jamil y de su hijo, Flavio Correia Jamil Georges, Flavinho, por participar de una organización criminal con prácticas de homicidios, milicia armada, corrupción activa y pasiva, entre otros delitos. Más de 200 policías allanaron la mansión en Ponta Porã y varias propiedades, en su búsqueda.
Tras casi un año de huir de una intensa cacería, tanto por parte de la Policía como de sus rivales del PCC, Jamil finalmente decidió entregarse a las autoridades el pasado lunes 19 de abril, en un aeropuerto cercano a Campo Grande.
Con 79 años de edad y una deteriorada salud, el llamado Vito Corleone fronterizo, se mostró abatido y cansado. Había asegurado que nunca más pisaría la cárcel. No le fue posible cumplir su promesa.
1- Foto publicada por la revista Veja, que muestra a Fahd Jamil (primero a la izquierda), detenido en 1974 por contrabando de café al Paraguay.
2- La mansión de Fahd Jamil en Ponta Porã, réplica de la mansión Graceland de Elvis Presley.
3- El padrino de la frontera (a la derecha) con su socio Jamil Name y un hijo de este, ambos ahora bajo la mira de la Justicia brasileña.