Paraguay fue la primera diócesis creada en el Río de la Plata. Desde aquí fueron creadas las de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba. “Es también un reconocimiento a la historia, a la importancia que ha tenido nuestra diócesis, que después en 1929 recién se convierte en arquidiócesis”, explica.
La investidura dada a monseñor Martínez, representa también un reconocimiento del valor de la Iglesia paraguaya de parte del Papa, agregó Kriskovich. Considera que la creación cardenalicia es una alegría muy grande para el pueblo paraguayo. Se suma a la visita de Francisco I en 2015 y a la Beatificación de Chiquitunga en 2018.
“Creo que todo el pueblo paraguayo está contento de que tengamos el primer cardenal oriundo de Paraguay. Además tenemos al cardenal Cristóbal López, que es paraguayo naturalizado. Todos estos hechos del papa Francisco nos llenan de alegría a todo el pueblo paraguayo”.
Funciones. Kriskovich, quien durante casi ocho años estuvo al frente de la embajada en el Vaticano, aclara cómo se dan las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Explica que las labores y gestiones competentes a la embajada recaen en el titular de la embajada y la nunciatura. En este punto no tiene ninguna injerencia el cardenal.
“El cardenal es un canal más, pero que no suple a los canales diplomáticos”, señala Kriskovich. Menciona que si se logra algún tipo de beneficio al país desde su posición, será importante, sin dejar de lado los canales oficiales.