Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, pese a las distintas evoluciones y transformaciones observadas a lo largo de los años, la informalidad cuenta todavía con una participación significativa al momento de analizar la realidad del mercado laboral en nuestro país.
En el período entre los años 2012 y 2020, la cantidad de personas que se consideran como ocupadas, pero en la situación de informalidad, pasó de un valor absoluto de 1.441.451 a un total de 1.764.256; es decir, aumenta en torno a un 20% en los últimos nueve años.
La cantidad de trabajadores ubicados en un contexto informal puede ser aún mayor para finales de 2021, considerando que al cierre del tercer trimestre la cantidad de ocupados en este segmento ascendía a 1.793.840. Esto equivale a alrededor de 352.000 personas más, en comparación con los registros del año 2012.
Por otro lado, si se considera la participación de los asalariados que no cotizan al sistema de jubilación y de pensión y / o los trabajadores independientes no inscriptos en el Registro Único del Contribuyente (RUC), sobre la cantidad total de los ocupados en el país , las estadísticas muestran que los niveles prácticamente perduran en el tiempo.
En 2012, el porcentaje de informalidad sobre la ocupación total ascendía a 65,8%, mientras que este mismo indicador se ubicó en 65,1% para finales de 2020; así, solamente se redujo en 0,7 puntos porcentuales. Al cierre del tercer trimestre de 2021, si bien esta relación disminuye a un nivel de 63%, todavía afecta a más de seis de cada 10 ocupados.
Análisis. Al referirse a la situación del mercado laboral, Óscar Barrios, quien es director de Planificación y Coordinación Estadística del INE, indicó que los números oficiales permiten observar avances puntuales en los últimos años, aunque también se puede inferir que las mejoras son de momento insuficientes para reducir los niveles de informalidad.
Como alternativas para ir contrayendo la informalidad laboral, Barrios mencionó la posibilidad de encarar adecuaciones de aspectos normativos y de regulación que tienen los procesos de inscripción y de registro de empresas, junto con la flexibilización del mercado laboral en nuestro país, entre otros puntos.
Asimismo, señaló que las estadísticas evidencian una alta correlación entre los niveles más reducidos de formación y la informalidad.
“Cuando uno mira las estadísticas, resalta que el 90% de los que están en el sector informal tiene un bajo nivel de instrucción y eso nos habla también de la relevancia que tiene el adquirir capital humano”, indicó.
Otros indicadores. Con relación a la evolución del mercado laboral, el experto comentó que los registros del INE exhiben un aumento gradual en la inserción a la fuerza de trabajo y que las proyecciones vigentes que Paraguay debe crear entre 60.000 y 80.000 puestos de trabajo por año para vincularse a la dinámica de expansión poblacional.
En ese orden, aseguró que las dificultades del empleo en nuestro país están relacionadas en mayor medida a la calidad de los puestos de trabajo que a la cantidad, considerando los estándares internacionales en la materia, relacionados, por ejemplo, a la libertad sindical, los salarios acordes a los cargos y las responsabilidades, entre otros. En cuanto a los ingresos de los trabajadores, Barrios resaltó que, siempre según las métricas oficiales, se observa un incremento de los ingresos y una mejor distribución entre los actores del mercado laboral. En el 2010, 48% de los asalariados ganaba menos de un salario mínimo vigente, cifra que se redujo en 10 puntos porcentuales a 2020.
La Cifra
1.764.256 totalizan las personas que se consideran como ocupadas, pero en situación de informalidad, según datos del INE.