25 abr. 2024

La historia de ODD

* “El coraje, la picardía, el mirando se aprende me llevó a ser el aguatero del Olimpia a los once años. Yo era olimpista desde mucho antes, por lo de mi mamá, que era fanática”.

* “Ya en el primer curso fui a practicar a Libertad. Fleitas Solich era el técnico. Me preguntó en qué puesto jugaba: ‘En cualquier puesto’, le dije. Me respondió: ‘Quédese nomas acá’.

* “Fui a jugar en El Mbiguá a los 17 años, donde me vio el técnico de Cerro Porteño y me invitó a ir a practicar. Me fui y jugué medio tiempo”.

* En 1975 salió campeón por primera vez con Aurelio González como DT, a quien respetó como a ningún otro: “Don Aurelio era de mucha personalidad. Fue un gran ganador”.

* “El Olimpia son las 24 horas del día y los 365 días del año”, sobre el tiempo que implica que se debe dedicar al club.

* “Un día compré dos dálmatas, una hembra y otro macho. A ella la llamé Olimpia y a él Campeón. Los llamaba haciendo chasquidos con los dedos: ¡Olimpia! ¡Campeón!”.

* “El dinero no es lo más importante. Si no, ya todo el mundo haría lo que quisiera. Es la convicción”.

* “Fue amor a primera vista”, cuenta sobre su encuentro con su futura esposa (Peggy). “Vos te vas a casar conmigo”, le dijo, seguro, la primera vez que la vio en un ómnibus de la Línea 27.

* “El básquetbol me dio mucho. Me enseñó muchísimo, sobre todo que el tiempo es oro”.

* “Para traer a Hugo Talavera de Cerro a Olimpia hicimos una jugada para distraer. Si hoy hace mucho ruido sacar un jugador al rival, imaginen lo que era en aquella época en que el fútbol era más pasional que profesional”.

* Cuenta cómo conoció accidental y fortuitamente a Luis Cubilla en el aeropuerto de Montevideo y cómo fue el encuentro: “Profesor, usted me está esperando”. “No”, me dijo, perplejo. El que los presentó era un joven estudiante de medicina: El doctor Porfirio Benítez Mussa.

* “Cuando (Cubilla) separó del plantel a Osvaldo Aquino (en el 79) y a Adriano Samaniego (1990), dos jugadores que, luego que el Negro revisara su decisión, fueron fundamentales en los partidos finales”.

* “Cuando fuimos a mostrar la Libertadores a Stroessner él me preguntó si gané mucho dinero con la Libertadores. Le dije que no y no me creyó. Entonces le dije: Presidente: La gloria no tiene precio”.


De aguatero a presidente, el amor a primera vista hacia su esposa. Lo fortuito que fue conocer a Luis Cubilla. Qué le dijo Stroessner tras ganar la Libertadores en 1979 y muchas frases y anécdotas, algunas de ellas recopiladas en este material, destilan la historia de ODD que se descubre en su libro Memorias de la Gloria. Mi Vida, autobiografía de Osvaldo Domínguez Dibb y que Última Hora publicará mañana.

El beso más caro
“B

·Pero no fue la única, escribe en su autobiografía, sino “una más de una serie de sanciones que a lo largo del 2000 y 2001 me hicieron las autoridades, primero en un acuerdo entre la Asociación Paraguaya de Fútbol y la FIFA”.

Una parte del libro recuerda una crisis con el plantel en la antesala de la conquista del título en el Pacaembú, en el 2002, cuando tras caer en Asunción ante San Caetano, dice ODD: “Les herí en su amor propio para que dejaran todo”. “No podía simplemente con un ‘muchachos, entren y dejen todo’”.

Recuerda que en el último piso del hotel en San Pablo se reunieron: “Hice una arenga y entregué la cábala de los cien dólares que siempre doy antes de los viajes. Como no estuve en el aeropuerto los muchachos me cobraron una multa y en lugar de cien les dí doscientos dólaresala fue doble”.

·Cuando Olimpia perdía la final ante San Caetano en Brasil por 1 a 0 “le dije a un olimpista que estaba a mi lado en la cancha: ‘No digas nada, pero acordate de mí que en el segundo tiempo vamos a estar ganando dos a uno a los 20’. Creé nomás que estoy loco’, le dije”.

La final de 1989 ante Atlético Nacional de Medellín no es un recuerdo grato “porque se vivió un verdadero clima de guerra”. ODD declaró que recibió amenazas para él y sus jugadores de parte del Cartel de Medellín, manejado por Pablo Escobar, lo que cayó muy mal en Colombia y le recomendaron que no vaya. A tal punto que la Policía designó a 50 de sus miembros para la custodia personal del titular olimpista. “No puedo abandonar a mis jugadores en un momento como este”, relató.

“Hay que saber perder para tener derecho a ganar”.

“Si no sabés manejar un crack, no servís como presidente del Olimpia”.

“Ser grandes es vocación que nació con el Olimpia”.

“No importa haber sido muchas veces campeón, lo que sí importa es volver a ser campeón y para eso vamos a trabajar inmediatamente”.

“La repetición hace a la perfección”.

“Al Olimpia lo alcanzarán, pero no lo pasarán”.

“Olimpia es la novia a la que dediqué mi vida”.

“Yo no soy ni anticerrista, ni anti-Guaraní ni anti-Libertad, ni antinada. Yo soy olimpista”.

“Nuestro nombre es Olimpia y nuestro apellido es Campeón”.

“Mi país no necesita dinero. Necesita glorias”.