“Nos disculpamos colectivamente por la imagen de confusión que los estudios pueden dar, pero hay que seguir las evidencias científicas y asegurarse de que las personas que entran en estos ensayos clínicos lo hacen de una forma segura y que dé prioridad a su bienestar”, destacó a la prensa.
Ryan hizo estas declaraciones el mismo día en que la Universidad de Oxford anunció el fin de los ensayos con hidroxicloroquina en pacientes británicos al determinar que no producía beneficios visibles en ellos.
CAMBIANTE. La OMS, por su parte, detuvo sus propios ensayos la semana pasada al publicarse un estudio en la revista The Lancet que concluía un aumento de los índices de mortalidad en pacientes tratados con hidroxicloroquina, pero los reanudó esta semana, después de que tres de los cuatro autores del artículo se retractaran.
“Ocurre muy raramente, pero cuando una revista encuentra que un artículo es cuestionable, hace lo correcto al retirarlo”, indicó el director de emergencias de la OMS.
La jefa de científicos del ente mundial, Soumya Swaminathan, añadió que los datos contradictorios en ensayos paralelos sobre un mismo fármaco o tratamiento son algo normal en la investigación científica, solo que ahora se siguen con más atención debido a la emergencia global.
“Es un proceso científico habitual obtener diferentes resultados en distintos ensayos, y la comunidad investigadora normalmente requiere más de un test para confirmar los efectos”, afirmó la científica.
“Animamos a la opinión pública a comprender lo que significan unos ensayos aleatorios. Detenerlos o continuarlos no es la decisión de un individuo, sino que se basa en evidencias”, aseguró.
Swaminathan señaló que, pese a los datos publicados por la Universidad de Oxford, con la que la OMS está en contacto, el organismo sigue con sus ensayos, tras detenerlos por unos diez días.
“Se trata de dos ensayos diferentes. Seguiremos con los nuestros por ahora y consideraremos futuros datos de los ensayos con pacientes aleatorios”, explicó.
La hidroxicloroquina es una medicina usada por décadas en enfermos de malaria y de afecciones reumáticas, e incluso durante los días en que la OMS paralizó sus ensayos, siguió siendo ampliamente utilizado en Brasil y EEUU, los dos países con mayor cifra de casos de Covid-19.
OTROS ESTUDIOS. Tomar hidroxicloroquina poco tiempo después de estar expuesto al Covid-19 no permite prevenir una infección, según informaron días atrás investigadores de la Universidad de Minnesota (EEUU) a raíz de un ensayo clínico.
El ensayo, hecho con 821 personas en EEUU y Canadá, no demostró ningún beneficio significativo de la hidroxicloroquina como tratamiento profiláctico tras una exposición con enfermos de Covid-19. El 12% de los pacientes que recibieron el tratamiento contrajeron el virus, frente al 14% al que se dio un placebo.
Artículo polémico
Tres de los cuatro autores del estudio publicado en la revista Lancet sobre el uso de la hidroxicloroquina contra el coronavirus pidieron la retractación del artículo, según informó la propia revista británica. “No podemos seguir garantizando la veracidad de las fuentes de datos primarios”, indicaron tres autores a Lancet, acusando así al cuarto autor, patrón de la compañía que recogió esos indicadores y que se niega ahora a dar acceso directo a ellos. AFP