“Los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando”, como bien lo dijo el pensador, sicopedagogo y dibujante italiano Francesco Tonucci; y de hecho para que el aprendizaje sea significativo las emociones juegan un rol fundamental, y qué mejor forma que por medio del juego.
La neuropsicopedagoga Rocío Miño explica sobre la plasticidad cerebral en la infancia, que es la capacidad del cerebro de ser moldeado, entre otras funciones, y le permite al niño absorber muchísima información del medio que se transformará en aprendizajes. Es por ello que la primera infancia es la etapa primordial para asentar las bases de la enseñanza-aprendizaje y donde el juego tendrá una gran función dentro de su desarrollo.
ESTIMULACIÓN
Los juguetes, además de ser un medio de distracción y entretenimiento para los niños, sirven para estimularlos y favorecen muchos procesos de aprendizaje.
La profesional explica que los primeros seis años de vida de desarrollo del niño, son fundamentales, y es la edad donde más atención se debe poner a la estimulación.
“Los niños aprenden jugando, ya que es la manera más divertida y natural de aprender. En los primeros años de vida, la capacidad de los niños para captar todos los estímulos del exterior es ilimitada”, agrega Miño.
JUGUETES SEGÚN LA EDAD
La máster en Neurología Pediátrica y Neurodesarrollo expone los juguetes adecuados para el niño, según su edad y que ayudarán a su desarrollo.
“Para los niños menores de un año se debe elegir juguetes sencillos, pero llamativos, con colores, como ser sonajeros, cubos blandos, muñecos de goma, juguetes musicales con movimientos, anillas de diferentes tamaños y colores, libritos de juguete, etc.”.
Siempre se debe tener en cuenta que en esta etapa los niños llevan todo a la boca porque a esta edad es su medio de exploración. Según la experta lo ideal es que los juguetes que se les ofrece a los bebés de esta edad puedan estimular todos sus sentidos.
“Tienen que ser coloridos, que les llame la atención visualmente, diferentes texturas para el área sensorial, también los juguetes musicales para estimular el área auditiva”, dice.
Al año de vida, la mayoría de los pequeños ya se encuentran dando sus primeros pasos y esto le permite explorar aún más su entorno.
“Sería ideal ofrecerles juguetes que estimulen la orientación espacial y la coordinación del cuerpo, aquellos juguetes en los que ellos puedan sentarse, que puedan arrastrar y deban empujar avanzando con los pies. Así también debemos utilizar cubos y encastres aún de pocas piezas que fomenten la coordinación motriz fina”, añade.
CRECIMIENTO
Entre los dos y tres años, normalmente ya pueden expresar lo que quieren por lo que también se tiene que tomar en cuenta sus deseos. “A esta edad se producen importantes cambios a nivel cognitivo, comenzarán a tomar interés por juegos de roles, dando vida a muñecos, a los animales por ejemplo dentro de una granja”.
Los juguetes encastrables ya deben contar con más piezas para que despierten su interés. “También utilizar pinturas al dedo, crayones grandes y pizarras reutilizables para tratar de evitar los coloridos decorados que tienden a realizar en las paredes del hogar”, dice.
Entre los tres y cuatro años, los niños disfrutan de correr y saltar por lo que es importante el juego al aire libre, lo más alejados posible de la tecnología, y fomentar la interacción social con otros niños.
“Es oportuno utilizar triciclos, bicicletas, autos a su medida con pedales, volar pandorgas. El juego de roles se incrementa por lo que podemos ofrecer disfraces, muñecos de personas y animales, frutas de plástico, títeres, cocinas armables, herramientas, set de juguetes de oficios y profesiones”.
La profesional agrega que siempre es importante continuar con libros de cuentos que incentivarán el gusto por la lectura, objetos sensoriales como libros texturados, plastilinas no tóxicas y arena. “También se puede ofrecer juegos sencillos de mesa, rompecabezas, juegos de deportes como aros de basket, arcos de fútbol y pelota, juego de bolos”, añade.
Entre los cuatro y cinco años, los niños logran permanecer atentos en un juego y/o juguete por más tiempo.
“Se pueden ofrecer juegos de mesa más complejos como el ajedrez que incrementará su concentración y las habilidades de resolver conflictos presentados, juegos de memoria y tarjetas de asociaciones lógicas que promoverán la atención, la memoria y la lógica deductiva. Se interesan por juegos de ciencias como telescopios, binoculares, entre otros, y estos promueven la imaginación y el descrubrimiento”, señala la profesional.
Muchos de los juguetes que se hayan ofrecido en los primeros años seguirán utilizándolos en el tiempo. “Dejemos los mismos a su alcance y deseo. Lo que haremos es ir incrementando los juguetes a ofrecer a lo largo del tiempo”, culmina.