Dijo que los constitucionalistas impidieron en 1992, por todos los mecanismos, que un ex presidente busque otro recoveco para buscar ser presidente, al no existir la reelección presidencial, lo que pasaría si se accede a ser senador y queda en la línea de sucesión.
“Al principio allá por el año 1992, cuando se sancionó la nueva Constitución, sí tenía sentido porque se estaba saliendo a duras penas de la experiencia stronista y en ese contexto tenía sentido para garantizar que a través de un subterfugio o alguna maniobra el presidente termine siendo reelecto o termine ocupando otra vez, aunque no sea por reelección, sí lo haga por designación ocupando otra vez la presidencia de la República”, indicó.
“Hoy ya no tiene sentido y yo no estoy de acuerdo con la senaduría vitalicia, y me parece que no tiene sentido castrar políticamente a un ex presidente de la República”, sostuvo.
Dijo que la vía para hacer este cambio en el artículo 189 se debe hacer mediante la reforma constitucional. “Primero debemos acordar un consenso para cambiar la Constitución y si hay ese acuerdo en el marco de la Constituyente hacer varios cambios, entre ellos este tan necesario”, manifestó.