Ayer, la policía local confirmó que por ahora el único agresor identificado era Cho Seung-Hui, un estudiante de literatura inglesa de la Universidad Va. Techo.
La cancillería surcoreana coincidió con las autoridades norteamericanas en que el emigrante surcoreano había llegado a los Estados Unidos en 1992.
Chosun Ilbo, el periódico de mayor circulación en Corea del Sur, afirmó que la familia de Cho vivía en la pobreza en un barrio de la capital Seúl y decidió emigrar para conseguir una nueva vida.
Cho es hasta ahora el único sospechoso de la peor masacre en la historia moderna de los Estados Unidos, que dejó 33 muertos, incluido el atacante que se suicidó.
La familia de Cho rentaba en Seúl un apartamento en un sótano, por lo general la vivienda más barata en edificios habitacionales, dijo Chosun Ilbo al citar declaraciones del propietario del inmueble, Lim Bong-ae, de 67 años.
En tanto, la policía identificó al padre del sospechoso como Cho Seong-tae, de 61 años.
“No sé de qué vivía (el padre de Cho). Pero llevaban una vida pobre”, dijo Lim al diario. “Al emigrar, (el padre de Cho) dijo que iban a los EEUU porque era difícil vivir aquí y porque era mejor vivir en un lugar donde era desconocido”.
Al mismo tiempo, el presidente surcoreano Roh Moo-hyun sostuvo el miércoles una reunión especial con asistentes para examinar la matanza del lunes en Virginia Tech, mientras entre la población había expresiones de pena por la nacionalidad del tirador.
“Yo y nuestro pueblo no podemos contener nuestros sentimientos de gran conmoción y pesar”, dijo Roh durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano Romano Prodi.
“Rezo por las almas de quienes murieron y ofrezco palabras de consuelo desde mi corazón por los heridos, las familias afligidas y el pueblo norteamericano”, añadió Roh en la tercera ocasión que expresó condolencias desde el martes.
El caso apareció en las portadas de casi todos los periódicos surcoreanos el día de hoy, que también manifestaron el temor de que el incidente pudiera generar reacciones negativas contra los surcoreanos en los Estados Unidos y perjudicar las relaciones entre los dos países que son firmes aliados.
“Esperamos que este incidente no genere discriminación o prejuicio contra personas de origen surcoreano o asiático”, dijo el diario Hankyoreh en un editorial. - (AP)