21 may. 2025

La falta de votos en Senado salvó a Marito y a Velázquez

EMERGENCIA. El presidente y su segundo operaron hasta la madrugada de ayer para frenar la amenaza. RECULADA. Ante la falta de números en Senado, Cartes se echó para atrás y dividió a su sector.

Sin el vice. Rodeado de ministros y su familia, Abdo Benítez da su mensaje sin la presencia de su vice Hugo Velázquez.

Sin el vice. Rodeado de ministros y su familia, Abdo Benítez da su mensaje sin la presencia de su vice Hugo Velázquez.

A 15 días de completar su primer año de gestión, el presidente Mario Abdo Benítez logró ayer capear una de las más fuertes crisis políticas que azotaron su gestión, tras frenar en el Congreso el juicio político orquestado por la oposición y el cartismo por el polémico acuerdo secreto que firmó con Brasil sobre el uso de energía de Itaipú.

Desde la noche del miércoles, cuando se anunció la decisión y de que había los números para impulsar el proceso, el oficialismo operó hasta altas horas de la madrugada de ayer (usando como PC Mburuvicha Róga), para revertir el plan, que estuvo encabezado principalmente por el ex presidente Horacio Cartes.

Los opositores y el sector que lidera Cartes tenían por seguro los 30 votos que se precisan en el Senado y 56 votos en Diputados, donde se necesitan 53 para impulsar la acusación.

Traición a la patria era la acusación contra Marito y su vicepresidente, cuya situación estaba más complicada tras confirmarse que el joven abogado José Rodríguez estaba operando en su nombre para favorecer a una empresa vinculada supuestamente al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en la compra de energía de Itaipú.

Desde el momento que empezó la amenaza, desde Añetete, legisladores, ministros y referentes políticos empezaron a maniobrar para restar los votos, que finalmente se consiguieron en el Senado, donde las bancadas del Partido Democrático Progresista (PDP), integrada por Desirée Masi y Pedro Santacruz; Patria Querida, que tiene en sus filas a Fidel Zavala, Stephan Rasmussen y Georgia Arrúa; y de Hagamos, que integran Antonio Apuril y Patrick Kemper, se abrieron del bloque opositor porque no estaban de acuerdo con el juicio a Marito, aunque se mantienen en respaldar el proceso contra Velázquez.

Se dijo que hubo un acuerdo con Cartes y por ello el ex gobernante reculó en su posición inicial, pero fuentes del entorno presidencial confirmaron ayer que el ex presidente quiso conversar con Marito y lo intentó varias veces, pero que este no le atendió y que no hubo ningún tipo de pacto.

De acuerdo con estas fuentes, Cartes reaccionó contra el Gobierno y dio su respaldo al juicio tras conocerse la detención de su hermano del alma, Darío Messer, en el Brasil. Además, se dijo que enfureció al ex mandatario la designación del ex fiscal Carlos Arregui, partidario de Desirée Masi, en la Seprelad.

Ya cuando supo que no había los votos en Senado, la comunidad internacional se pronunciaba en apoyo a Abdo, y luego de que en la Cancillería se dejaba sin efecto el acuerdo firmado con Brasil, el ex gobernante dio marcha atrás y dejó desbandados a sus legisladores.

Mientras tanto, en Palacio de López iban llegando desde tempranas horas funcionarios públicos y hurreros quienes utilizaron la casa oficial para dar el respaldo a Abdo. El mandatario llegó temprano a la sede gubernativa en helicóptero y se internó en su despacho rodeado de sus principales colaboradores. Se notaron en los pasillos las idas y venidas y no paró el cruce de llamadas en medio de nerviosismo e incertidumbre.

En apuros.

En medio de las intensas negociaciones llegó al Palacio Velázquez, cuya situación se complicó más aún cuando se conoció ayer un mensaje de Pedro Ferreira, ex titular de la ANDE, que le comprometió más aún en el proceso de firma del polémico acuerdo. Fue ahí que Velázquez empezó a quedar solo y abandonó el Palacio asegurando que no iba a renunciar. Inició un fuerte operativo tanto en el Congreso como con Cartes para salvarse, aunque un sector insiste en su juicio. Luego ya no apareció por la sede gubernativa.