08 sept. 2025

La división tras los comicios anticipa un 2023 difícil para Biden

Las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre en Estados Unidos reflejaron en el mapa político la división del país y anticiparon un año complicado para el presidente, Joe Biden, cuyo margen de actuación se verá reducido al perder el control de la Cámara Baja.

La mayoría demócrata en el Senado y la republicana en la Cámara de Representantes, que estarán operativas cuando el 3 de enero se instale el Congreso surgido de esos comicios, establecerán un juego de fuerzas que corre el riesgo de paralizar toda nueva iniciativa legislativa de aquí al final del mandato presidencial, en 2024.

No hubo una “ola roja” republicana en las elecciones, pese a lo pronosticado por las encuestas y los analistas, pero los 220 de los 435 escaños que los diputados conservadores ya tienen asegurados les devuelven la potestad de decidir qué proyectos de ley van a debatirse y cuándo en esa cámara.

La polarización actual complica cualquier intento de cooperación bipartidista, lo que puede obligar a Biden a recurrir a decretos ejecutivos para cumplir su agenda, como la prohibición de las armas de asalto en las calles.

Con el cambio de tornas llegará también un encadenamiento de investigaciones parlamentarias sobre el bando demócrata. El registro que el FBI efectuó en agosto a la mansión del ex presidente Donald Trump (2017-2021) en Mar-a-Lago, los supuestos negocios de la familia Biden con adversarios del país aprovechando sus lazos políticos o la gestión de la pandemia y de la frontera con México están en el punto de mira.

El líder republicano en la Cámara Baja y principal candidato para asumir su presidencia en enero, Kevin McCarthy, amenazó incluso con someter a un juicio político (impeachment) al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, si no dimite por el colapso de esa frontera.

El nuevo ciclo comenzará además con una renovación del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes. Su actual presidenta, Nancy Pelosi, de 82 años, y el líder de su mayoría, Steny Hoyer, de 83, anunciaron ya que darán un paso atrás tras considerar que llegó el momento de que la representación progresista esté entonces en manos de nuevas generaciones. Pasada la resaca electoral, tras un debate político copado en el país por la lucha en torno al derecho al aborto, la inflación, el control de las armas o el aumento de la violencia, uno y otro partido cogerán fuerzas en 2023 de cara a las presidenciales del año siguiente.

Biden, de 80 años, reiteró hasta ahora únicamente su intención de presentarse a la reelección, pero no prevé hacer ningún comunicado oficial hasta principios de 2023.