13 ago. 2025

La Cumbre de las Américas, espejo de un nuevo orden interamericano

Para algunos expertos, EEUU deja de ser el jefe máximo ante países que piden paso para definir su propia agenda. De poco sirvió el tono conciliador del anfitrión, quien pidió “unidad y diálogo”.

La Cumbre de las Américas es el espejo de un nuevo orden interamericano en el que Estados Unidos deja de ser el jefe máximo ante países que piden paso para definir su propia agenda y renovar organizaciones como la OEA, estiman expertos.

“Esa idea de que América Latina y el Caribe por su proximidad comparten los mismos principios y metas se acabó”, declaró Christopher Sabatini, investigador principal de Chatham House.

La lista de los países invitados por EEUU a esta cita regional hizo saltar chispas al excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela, a los que Washington considera regímenes dictatoriales. En respuesta, México, Bolivia, Honduras, el bloque del Caribe, Chile y Argentina protestaron.

Un maratón diplomático estadounidense no logró convencer a todos de asistir y algunos presidentes boicotearon la cumbre, como el mexicano Andrés Manuel López Obrador, que envió en su lugar al canciller Marcelo Ebrard. Lo mismo hicieron los presidentes de Bolivia, Honduras, Guatemala y El Salvador. Otros acudieron como mensajeros, como el argentino Alberto Fernández, en representación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la que pertenecen los tres excluidos. De poco sirvió el tono conciliador del anfitrión, el presidente estadounidense Joe Biden, quien pidió unidad y diálogo.

El canciller mexicano dijo que siguió todos los discursos y contabilizó a 20 países a favor de que se invitara a los excluidos, mientras que 10 se abstuvieron y 2 se opusieron. No especificó cuáles. Esto “es el germen de un nuevo orden interamericano, en el que EEUU ya no es el jefe máximo y la región está más dividida con mucha más autonomía para definir su agenda”, afirma Sabatini.

En la cumbre, México, Argentina, Bolivia y El Salvador pidieron reestructurar instituciones que fueron pensadas para la integración. Arremetieron contra la Organización de los Estados Americanos (OEA) y Fernández llegó a solicitar un cambio de jefatura con referencia al secretario general Luis Almagro.

Para Jason Marczak, experto en América Latina del grupo de reflexión Atlantic Council, estos comentarios expresan una frustración con el sistema interamericano y la necesidad de que se renueve para ser aún más eficiente a la hora de responder a los temas prioritarios de las Américas de hoy en día que son muy distintos de lo que eran hace décadas.

EEUU RESTA, CHINA SUMA. El propio Biden propuso una reforma ambiciosa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y quiere invertir en su rama de préstamos al sector privado para dirigirlos hacia donde tengan el mayor impacto. La influencia de EEUU en la región disminuyó desde hace una década, a medida que aumentaba la de China a golpe de talonario. Ryan C. Berg, investigador principal para América Latina del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, estima que Washington se lo autoinfligió por no prestar la debida atención a la región y por su incapacidad para erigirse en una alternativa a China. Pekín no pide que solo participen los demócratas y es el Estado el que manda, mientras que EEUU y el BID dependen de los fondos del sector privado, lo que impide que los países salgan con un cheque en la mano.