Pese a los controles implementados por la Policía Nacional en conjunto con el Ministerio Público, el cumplimiento de la cuarentena se vuelve cada vez más insostenible en Ciudad del Este. En los barrios de la localidad, la circulación de vehículos y la apertura de comercios se vuelven casi como en un día normal, sin restricciones.
Ese es el escenario que ayer se pudo observar a lo largo de la avenida Julio César Riquelme, del barrio Ciudad Nueva, y en toda la extensión de la avenida San José, que cruza los barrios San Isidro, San José y San Lucas. Por lo general, hay controles en las inmediaciones de la rotonda del Área 1 y la ruta PY07, ex supercarretera Itaipú.
CONTROL. Diariamente se reporta la aprehensión de motocicletas y vehículos por circular sin poder justificar debidamente, de acuerdo con las excepciones establecidas por el Poder Ejecutivo.
Aunque aclaran que también las autoridades policiales y fiscales, entre comillas, “aflojaron” los controles debido a las constantes denuncias de pedido de dinero a los infractores.
Hubo denuncias puntuales presentadas en el Ministerio Público y a través de las redes sociales, donde agentes policiales, en vez de controladores, se convirtieron en una especie de peajeros, incluso salpicando el accionar hasta de fiscales.
Este hecho generó la reacción de la ciudadanía, que perdió el respeto a las autoridades. Empezaron a adelantar literalmente lo que se denomina cuarentena inteligente.
Ciudad del Este está lejos de volver a su estado normal de actividad. El hambre y las obligaciones empujan a las personas que desafían los controles y salen a trabajar.
INVARIABLE. Por ahora, el mayor movimiento de gente y comercios se observa en los barrios de la capital departamental; empero, en el microcentro comercial la situación se mantiene invariable.
Los más de 4.000 locales comerciales se mantienen cerrados y cada día comunican despidos y suspensiones temporales de contratos por 90 días, tal como lo establece el Código Laboral vigente.
Este sector remitió la semana pasada una carta al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, donde solicitan la apertura de las tiendas comerciales, alegando que la situación ya se vuelve insostenible, adelantando el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias.
Si bien son conscientes que aún se espera más tiempo para la apertura del Puente de la Amistad, sostienen que es necesario mover, por lo menos, el mercado interno, que permitirá mover un poco la economía de la ciudad.
La situación. Hay que recordar que el comercio del microcentro se sostiene en un 95% por los compradores que ingresan de Brasil, donde en este momento la pandemia del coronavirus está golpeando con fuerza.
En la vecina localidad de Foz de Yguazú, desde el pasado miércoles, bajo una serie de restricciones, volvió a permitir la apertura de locales comerciales, en horarios diferenciados en diferentes sectores.
Como Ciudad del Este, esta localidad también depende del turismo. El volumen de gente que ingresa a la región de las tres fronteras es nulo en este momento, por lo que la crisis económica pone contra la pared al sector comercial y de servicio.