El anuncio lo hizo Figueres en una conferencia de prensa junto al canciller de Costa Rica, Manuel González, al mismo tiempo en que hacía pública una carta a la ONU notificando su decisión.
Figueres aseguró que se retiró de la contienda para “facilitar el complejo proceso” de decisión en la organización y agradeció el apoyo a su país, a la sociedad civil, al sector privado y a otras naciones de la ONU.
La costarricense expresó su deseo de que sea escogido un “líder que pueda fortalecer la confianza de la gente en las Naciones Unidas y en su misión, dirigida a los retos profundamente entrelazados de la paz, prevención de los conflictos, derechos humanos, migración, recursos naturales, cambio climático y desarrollo”.
Figueres reconoció que en su decisión influyó el poco apoyo recibido en el proceso que se lleva a cabo en la ONU mediante una serie de rondas de votación.
El pasado viernes, el ex primer ministro portugués António Guterres siguió consolidándose como el gran favorito para suceder a Ban Ki-moon al frente de la ONU, tras volver a recibir más votos que ningún otro candidato en el cuarto sondeo celebrado en el Consejo de Seguridad.
Guterres mejoró ligeramente sus resultados con respecto a la votación anterior y obtuvo 12 votos a favor, 2 en contra y una abstención, según fuentes diplomáticas.
Tras él volvió a situarse el ministro de Exteriores eslovaco, Miroslav Lajcak, con 10 votos favorables, 4 negativos y una abstención, mientras que Figueres y la argentina Susana Malcorra se quedaron nuevamente lejos de la cabeza.
El Gobierno de Costa Rica postuló al cargo a Figueres el pasado 7 de julio en un evento oficial, en el que el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, destacó ampliamente las cualidades de ella para asumir el cargo.
Christiana Figueres fue los últimos seis años secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), responsable de las negociaciones para reducir las emisiones de gases contaminantes.
Bajo su dirección, en diciembre pasado se alcanzó en París un acuerdo global contra el cambio climático, un logro que ella resaltó como un ejemplo de la multilateralidad que debe seguir el planeta para reducir la pobreza y buscar la paz.
Figueres había anunciado que su prioridad en caso de llegar al alto cargo de la ONU era “recuperar el optimismo y la esperanza global” y trabajar como prioridad en la resolución pacífica de las disputas, fortalecer la capacidad de respuesta del organismo ante las crisis, desarrollar un modelo inclusivo de multilateralismo, conseguir la paz duradera y fortalecer el organismo.
La costarricense había reconocido que no cuenta con experiencia amplia en temas álgidos relacionados con seguridad, pero enfatizaba en que el acuerdo global contra el cambio climático alcanzado bajo su liderazgo es un ejemplo de la multilateralidad que debe seguir el planeta para reducir la pobreza y buscar la paz.
Christiana Figueres es hija del tres veces presidente de Costa Rica, José Figueres Ferrer, ya fallecido, quien lideró la revolución armada de 1948 y que luego, ese mismo año, abolió el Ejército del país centroamericano.