Por Darío Lugo
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Con tres nuevos proyectos adjudicados nada menos que por la Volkswagen para el año venidero, y posibilidad de incrementar el plantel de unos 1.300 colaboradores a 300 más para tal fin, la multinacional Fujikura afianza su presencia en el país, dentro de la zona franca Global que totaliza más de 16.000 m² de fábrica en Alto Paraná. Ignacio Ibarra, presidente/CEO de Fujikura Automotive Paraguay SA, nos lleva a recorrer este abanico de perspectivas que hacen al presente y futuro de la presencia en Paraguay de esta compañía, también afincada en otros 53 países y con 130 años de trayectoria, que enfoca un peculiar plan de recursos humanos, enfatizando contratación de mujeres que son madres solteras, y con escuelas internas para que la fuerza laboral culmine sus estudios.
–¿Hace cuánto se encuentra en el país y qué percepción tiene del ambiente?
–Hace tres años y medio estoy viviendo en el país. Me siento un paraguayo nacido en España; vivo, siento, trabajo y disfruto aquí, porque me gusta. Además, soy cónsul honorario de España en Alto Paraná y Canindeyú. Con esto, me encuentro integrado absolutamente a la sociedad paraguaya; de otra forma sería difícil liderar una multinacional como esta compañía.
–¿Qué representa Fujikura en el contexto nacional y cómo es el día a día en la fábrica?
–Es una multinacional japonesa que se encuentra presente en 54 países del mundo. A nivel local estamos en el mundo del cableado en varias vertientes: cableado de fibra óptica para telecomunicaciones, de lo cual somos líderes mundiales; cableado de energía eléctrica para alta y media tensión, dentro de lo cual estamos entre los cuatro primeros del mundo, y cableado para autos, ubicados entre los cinco primeros fabricantes a nivel internacional.
–¿Cómo se organiza la gestión en la empresa y adónde exporta sus productos?
–Fabricamos cables con mano de obra paraguaya y gestión local. Nos encontramos en una zona franca llamada Global (porque no todo es maquila en el país); enviamos el 100% de nuestra producción al Brasil desde la primera exportación, que fue en enero de 2012, y con perspectivas de seguir creciendo.
–¿Cómo se dividen las dos fábricas ubicadas en la zona franca?
–En una, que tiene 2.200 m², se concentran 200 personas que se encuentran en la zona franca; en la otra fábrica, unas 1.100 personas dentro de 14.000 m² de planta, todas con numerosos beneficios y cobertura de IPS.
–Justamente, en ese sentido, ¿cuál es el plan de Recursos Humanos que aplica la multinacional en el país?
–Con respecto a eso, se cuenta con varias singularidades: el 80% de nuestro personal son mujeres; la edad media de los trabajadores es de 22 años; unas 400 son madres solteras, a quienes buscamos, no es que llegan por casualidad; tenemos 25 sordomudos dentro de una cadena de producción dedicada exclusivamente a ellos, con grandísima eficiencia. Además, tenemos dos escuelas: una para enseñanza elemental, donde los trabajadores dan clases con libros y maestros elementales, son examinados y reciben el título del Ministerio de Educación y Cultura. Otra escuela es el bachillerato, adonde asisten 540 alumnos que por ciertos motivos no han podido terminar sus estudios y les brindamos, en consecuencia, la posibilidad de hacerlo.
–Dentro de la política en los países donde se afinca, ¿qué otros beneficios ofrece la compañía a su personal?
–Fujikura tiene la obligación de devolver al país lo que recibe de este. Es una multinacional con mucha tradición y 130 años de existencia en el mundo. Nos centramos en Paraguay, en la gente joven femenina, orientada a las madres solteras, brindando un trabajo en condiciones siempre mejores a lo que marca la ley, superando en un 25% las obligaciones de las normativas. La fábrica está completamente climatizada en unos 23 grados promedio, por más de que afuera llegue a más de 40 grados; nos preocupamos por las personas.
–Dentro del ritmo de producción, ¿qué perspectiva tiene Fujikura a mediano plazo?
–Tenemos adjudicados por Volkswagen los cables de tres nuevos proyectos, que empezaremos en febrero de 2015. Comenzaremos a servir en esos proyectos desde junio de 2015, para las marcas Golf, Audi A3 y Audi Q3. Con esto el plantel se incrementará a 300 personas. También tenemos otras marcas clientes europeas, pero el 80% es Volkswagen, además de que estamos tramitando para cableado de otras marcas importantes de autos.
–En contrapartida, ¿qué percepción tiene la compañía de la fuerza laboral que produce los cables y colabora día a día con ustedes?
–¡Excelente! Conseguimos niveles de eficiencia no tenidos en otros países. Ya servimos más de 9,5 millones de metros de cableado con baja rotación de la plantilla (apenas un 0,6%, una excelente marca internacional); un ausentismo del 1,6%, ratio de primer nivel mundial, incluso dentro de la multinacional japonesa. Conseguimos esto porque la mano de obra joven paraguaya es excelente, de primer nivel mundial.
–Además de la dedicación al trabajo, ¿a qué dedica su tiempo de ocio o tiene algún hobbie?
–Mi hobbie es el trabajo, y allí me divierto, haciendo lo que hago. No tengo que ir a otras diversiones, ya que disfruto haciendo eso. Soy feliz en mi trabajo. Por supuesto que leo y estudio todos los días. Soy un profesional español con experiencia en el mundo. Recorrí 17 países y en cada uno intenté dar todo lo que pude para ayudar a las personas.
–En consecuencia, ¿cuál es su filosofía de vida?
–Trabajar y ser feliz, hacer felices a mis colaboradores cercanos con base en lo que puedo darles, de acuerdo con mi experiencia y mi respeto. Mis hijos también están afincados en Paraguay y estoy convencido de aquí me quedaré.
–Entonces, con ese pensamiento ¿tiene una visión optimista del país?
–Estoy convencido de que el Paraguay nunca atravesó un momento tan bueno como el de ahora. Las oportunidades pasan, hay quien las aprovecha y quien no; pero esta coyuntura es la mejor de la historia moderna y contemporánea del Paraguay, quizás mucho mejor que cuando estuvieron los jesuitas con sus reducciones, de lo cual me hablaron maravillas. A nivel macro como microeconómico, el país se encuentra en excelentes condiciones para producir y exportar, ya que la recesión ha golpeado durísimo al Brasil, y Paraguay debe aprovecharlo.