20 jul. 2025

La ciudad en donde está prohibido morirse

En Longyearbyen, capital del archipiélago de las Svalbard, cerca del Polo Norte, las autoridades han clausurado los cementerios hace 70 años y ya nadie puede ser enterrado allí. Una especie de “ciudad de los inmortales”, impuesta por decreto.

cementeriopolonorte.jpg

Longyearbyen es la ciudad poblada más septentrional del planeta, con temperaturas que pueden sobrepasar en el invierno los -50º C, donde hay de todo, pero menos cementerios. Foto: elpais.com

Hay una pequeña ciudad de más de 2.000 habitantes, ubicada al norte del mundo, en donde es posible nacer, pero no morir.

El sueño de la inmortalidad, tantas veces perseguido por aventureros, filósofos, escritores, alquimistas, científicos, parece haber encontrado una fórmula en la ciudad de Longyearbyen, capital del archipiélago de las Svalbard.

Según un reportaje publicado por Javier Reverte, en el diario español El País, “nadie muere en Longyearbyen”, porque “en esta ciudad está prohibido morirse”.

Ubicada en la isla Spitsbergen, a 78 grados y 15 minutos de latitud norte, muy cerca del Polo Norte, Longyearbyen es la ciudad poblada más septentrional del planeta, con temperaturas que pueden sobrepasar en el invierno los 50 grados bajo cero, donde hay de todo, pero menos cementerios.

Según relata Reverte, se debe a varias razones y una de ellas es política, ya que no está muy claro a quién pertenece el lugar. En teoría a Noruega, pero la ONU no lo acepta, ya que hay reclamos territoriales de España y de Rusia, que también mantienen presencia histórica en el lugar.

“El estatus impreciso de las Svalbard permite que la vida en las islas sea más anárquica que en la Noruega continental. En Spitsbergen se bebe sin restricción ninguna y a buen precio. Y cualquiera que lo desee puede instalarse libremente en su territorio”, destaca Reverte.

También hay razones científicas. A principios del siglo XX, unos exploradores de ciencias desenterraron los cadáveres de unos marineros que habían fallecido de influenza, pensando que el suelo congelado conservaría los virus de la enfermedad gripal. Acertaron y lograron crear una vacuna contra un mal que había desatado la enorme pandemia de 1918. Resultó que los cadáveres estaban en perfecto estado de conservación a causa de la enorme capa de hielo que cubría y rodeaba los ataúdes.

Con el sueño de poder conservar sus cuerpos naturalmente intactos, después de muertos, y poder ser revividos en un eventual futuro, mucha gente comenzó a instalarse en las islas para morir y ser enterrada en ellas.

“A las autoridades no les quedó otro remedio que prohibir las inhumaciones en las Svalbard. Más aún, en ningún edificio se permite la construcción de rampas para gente impedida, para que los ancianos minusválidos no puedan instalarse y morir en la ciudad. Si alguien fallece en estas islas, su cadáver es enviado a casa en aeroplano”, explica Reverte.

Esa es la razón por la que la nadie ha muerto, al menos oficialmente, desde hace 70 años, en Longyearbyen.

Más contenido de esta sección
Miles de israelíes se manifestaron este sábado en Tel Aviv hacia la sede de la embajada de EEUU, donde pidieron tanto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como al presidente estadounidense, Donald Trump, un acuerdo de rehenes, mientras un número mucho menor de personas acudió a otra concentración a favor del fin del “genocidio” en Gaza.
El conflicto entre Brasil y EEUU se agravó este sábado tras las sanciones del Gobierno de Donald Trump a magistrados del Supremo brasileño, mientras que el expresidente Jair Bolsonaro pasa el fin de semana recluido en su domicilio por orden judicial.
Abogadas especialistas en género advirtieron este sábado que existe un retroceso en el acceso a la justicia de las víctimas de violencia de género en Argentina.
El Gobierno de Siria confirmó este sábado el alto el fuego con Israel anunciado el último viernes por el enviado especial de Estados Unidos en Siria, Tom Barrack, y vuelve a desplegar sus tropas en el sur del país.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció este viernes la revocación del visado al juez brasileño, Alexandre de Moraes, también el de su familia y sus “aliados”, por realizar una “caza de brujas” contra el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro.
Cicciolina fue durante muchos años sinónimo de transgresión, un mito en la cultura popular: una diva del porno metida a diputada en la Italia de los años 80, ariete rubio contra el puritanismo. Pero aquel tiempo ha pasado y ahora la actriz hace memoria en paz: “A Dios le diré que siempre hice lo que quise”, confiesa a EFE.