La primera impresión que causa es sorpresa. Pero en la ciudad de Luque fue creada una organización denominada Kuimba’e Aty.
Christian Paniagua tiene 30 años y desde hace seis se hizo cargo de sus tres hijos; él es el principal responsable de este singular colectivo masculino.
El fundador de Kuimba’e Aty se separó de su pareja y por un acuerdo mutuo se hizo cargo de los hijos que tienen en común.
Cosa de hombres. “Siempre se dice que un hombre no puede cuidar criaturas, todo el mundo me dijo que me iba a entorpecer en mi trabajo. Yo conozco mujeres que tienen 5, 6 hijos y pueden mantenerles bien, ¿y cómo yo no voy a poder?”, dice.
Según Paniagua, así como las mujeres hacen todo por sus hijos, considera que los varones también pueden hacer lo mismo.
“Yo dije: se puede. El problema era que cuando yo lloraba nadie me escuchaba, en silencio nosotros lloramos también, solamente que no demostramos nomás ante la sociedad”, admite.
El Proyecto. Fue en ese momento cuando comenzó a desarrollar la idea de crear un grupo; así, de su propia experiencia nació este colectivo.
Kuimba’e Aty comenzó a hacerse realidad en la oficina de Jorge Sanabria, un joven abogado, quien cedió el local para echar a andar la asociación.
Desde hace un mes trabajan en este local (Capitán Insfrán 137 c/ Pedro Juan Caballero), y más de cien personas ya acudieron a solicitar algún tipo de ayuda.
Hasta ahora, quien más consultas ha recibido es el abogado, ya que abundan las consultas sobre prestación de alimentos y tenencia de los hijos, entre otros temas.
Un sicólogo ofrece consulta a quienes lo precisen, también en forma gratuita.
“A veces no sabemos qué hacer, y en vez de sacar adelante a nuestras familias empeoramos, nos damos a la bebida y eso…”, explica Christian.
Paniagua aclara que muchos les toman “en joda”, y dicen “esto es un quemo, no es ser macho, no es ser hombre. Pero nosotros creemos que asumir esta responsabilidad, la de cuidar los hijos, no nos hace menos hombres, al contrario, nos convierte en hombres responsables”.
El horario de atención de la oficina de Kuimba’e aty es de 7 a 13 horas, y no tiene costo, excepto los gastos para los trámites judiciales que se hagan.
La migración. Uno de los problemas más frecuente es el de las parejas separadas por causa de la migración.
A Kuimba’e Aty llegan casos de mujeres que dejan de enviar las remesas, y también, quienes tras establecerse, desean llevarse a sus hijos.
Esta es una asociación de hombres que están en la misma situación, así define Christian Paniagua, la naturaleza del grupo.
“Queremos que los compañeros sepan que nosotros les tomamos en serio, porque sabemos lo que les pasa. Tratamos de decirles que hay una solución para cada situación. Pueden venir mujeres, pueden venir familias. Nosotros queremos dar un servicio a la sociedad, hacer un bien”, finaliza Paniagua.
Quienes deseen más información, pueden escribir a kuimbaeaty@fmazulyoro.py