Cuatro meses después de que explotó el escándalo ucraniano que lastró al gobierno de Trump antes de las elecciones presidenciales de noviembre de este año, los 100 senadores se reunieron para dar comienzo a un juicio que probablemente concluirá con la absolución del mandatario.
Los senadores deben decidir en un tribunal presidido por el jefe de la Corte Suprema, John Roberts, sobre los cargos que la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, le imputó a Trump el mes pasado: abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Trump se convirtió así en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser sometido a juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1999.
El jefe de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, introdujo un proyecto de resolución sobre el procedimiento con el que busca poner restricciones a la evidencia de la investigación y a la presentación de testigos así como acelerar el proceso.
“La estructura básica que estamos proponiendo es igualmente justa como equilibrada”, dijo McConnell. “No hay ningún motivo por el cual el voto sobre esta resolución pueda ser algo remotamente partidista”, agregó.
La hoja de ruta sugiere que los argumentos se presentarán en sesiones de 12 horas que comenzarán a las 13H00 hora local (18H00 GMT) y que se extenderán hasta la madrugada. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, acusó a McConnell querer “esconder la verdad al Senado y al pueblo estadounidense”. AFP