“Este huracán ya está aquí ahora y viene hacia nosotros (...) No sabemos si es uno leve o la gran tormenta Sandy, así que mejor vayan preparándose”, dijo Dimon en una conferencia para inversores organizada por Alliance Bernstein Holdings.
“En JP Morgan ya nos estamos preparando y vamos a ser muy conservadores con nuestros balances financieros”, admitió Dimon, que situó sus principales preocupaciones en la inflación y las respuestas de la Reserva Federal para combatirla.
La inflación rampante en el país, en niveles desconocidos en cuatro décadas, ha empujado a la Reserva Federal de EEUU a aprobar en lo que va de año dos subidas consecutivas de los tipos de interés, que ahora se sitúan entre el 0,75% y el 1%.
Dimon no criticó a la Fed, al contrario, dijo que “todos creemos que la Fed puede manejar la situación”, pero eso no impide que se aprecien “nubes tormentosas” en el horizonte.
El ejecutivo insistió en que “hay demasiada liquidez en el sistema” monetario y la Fed y los bancos centrales en general tienen que reducirla para frenar así la especulación.
Más pesimista se mostró sobre la guerra en Ucrania, que según él va a llevar al barril de petróleo (ahora en el entorno de los 120 dólares) a subir hasta los 150 o 175, y añadió: “No estamos (en EEUU) aplicando las acciones correctas para proteger a Europa de lo que pasará con el petróleo a corto plazo”.
Pese a sus augurios, Dimon dijo que hay algunas señales de optimismo como la fuerza y confianza de los consumidores, los salarios en alza y la gran oferta de empleos disponibles. Tras las palabras de Dimon, las acciones del JP Morgan Chase perdían 2,32% a las 12.35 en Nueva York.
BIDEN, arrinconado. El gobierno de Joe Biden, arrinconado por la inflación, activa todos los mecanismos a su alcance para tratar de contener el alza de precios y recuperar algo de popularidad a pocos meses de las elecciones legislativas de medio término, pero sus márgenes de acción son acotados.
“No hay demasiado que el gobierno pueda hacer directamente para combatir la inflación”, explicó a la AFP Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon.
Joe Biden se reunió el martes en la oficina Oval con el presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central), Jerome Powell, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
Este encuentro “es sobre todo un símbolo de que la administración es consciente de que la inflación afecta a numerosas familias en Estados Unidos y es un flagelo que hay que resolver de forma urgente”, destacó Daco.
La inflación se moderó en abril, luego de alcanzar en marzo máximos en 40 años. Se mantiene sin embargo alta, en 6,3% para la medición a 12 meses según el índice PCE que sigue la Reserva Federal, y 8,3% según el índice PCI, referencia para el cálculo de pensiones.
EUROPA. La inflación también es un grave problema en la Eurozona donde mantiene un marcha incansable en alza, y en mayo quebró los récords al alcanzar una tasa interanual de 8,1%, empujada por el impacto de la guerra en Ucrania sobre los precios de la energía y de los alimentos.
De acuerdo con la agencia europea de estadísticas Eurostar, la inflación de la eurozona (los 19 países de la Unión Europea que adoptan la moneda común), alcanzó su máximo registro desde el inicio de la serie histórica, en 1979.
Esta subida imparable de la inflación hizo también crecer la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para que actúe sobre las tasas de interés por primera vez en una década. De su lado, el BCE sugirió que podría elevar sus tasas de interés en julio y septiembre para apaciguar la presión sobre los precios, una medida que ya adoptaron la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra.
6,3
puntos porcentuales registra el índice inflacionario interanual en Estados Unidos, según datos oficiales .