A través del departamento Jeroviaha se detectó, por medio de compras simuladas, que el establecimiento no expedía comprobantes por sus ventas. La clausura del negocio se realizó por un plazo de tres días, tiempo en el que se llevará a cabo un control exhaustivo de las documentaciones contables, y de comprobarse las infracciones tributarias, se aplicarán las sanciones establecidas en las normativas legales vigentes. De detectarse la falta de expedición de facturas, el comercio es pasible de multas de hasta 300% del impuesto evadido.