Al llegar a Carapeguá, la fortuna le sonrió. Encontró al bandoneonista argentino Miguel Ángel Benítez. El conjunto chamamecero de su papá andaba de gira por la zona. <br>"Ellos eran de Villafañe, Formosa. Prometió irse a casa a enseñarme y cumplió. Pronto aprendí. “El fue mi maestro”, recuerda Bruno.<br> Regresó luego a Buenos Aires donde su empleo de herrero lo siguió aguardando. <br>En 1966 formó parte de un nuevo conjunto: “Los canarios del Paraguay”, con el dúo Martínez-Caballero. “Realizamos varias presentaciones en diversos lugares de la Argentina. Actuamos en en LR 2 Radio Antártida”, sigue contando.<br> OTRA VEZ LA PATRIA. En Carapeguá, en 1967, fundó el conjunto “Los troveros guaraníes” con el canto del dúo Ortiz-Quintana. Al año siguiente grabó en Buenos Aires y volvió para realizar presentaciones en Radio Ñandutí.<br> “En 1970, siempre con el dúo Ortiz-Quintana, grabamos nuestro tercer disco. En 1973 tuvimos un espacio en el Canal 9 con Miguel Ángel Rodríguez. En 1976, con el dúo Gaete-Valdez, hicimos otro disco. Luego estuvieron con nosotros los dúos Sánchez-Flores, Vergara-Quintana, García-Quintana y Giménez-Quintana”, apunta.<br> Actualmente integran su conjunto las voces de Pedro González y Pablino Cazó, con el contrabajo de Hernán Ibarra.<br> Su hijo Hebert es también bandoneonista como él. Integra el grupo Generación. <br>Como compositor, Bruno Cáceres es autor de Soñando despierto, Apytáta tyre?ÿ, Siempre ruvíta tachemba?e y Palomita misteriosa, entre otras.<br>HOMBRE DE RADIO. El fundador de la Escuela de Música de la Municipalidad de Carapeguá y socio fundador de la Casa de la Cultura Oñondivepa, de Carapeguá, es también conductor de programas de música paraguaya en dos radios de su comunidad.<br> EL HOMENAJE. El segundo Festival Folclórico de la Universidad Católica de Carapeguá acaba de homenajearlo por su aporte a la música paraguaya.<br> “Es un reconocimiento que su pueblo le brinda por sus merecimientos”, sostuvo Ángel Torres, administrador de la filial universitaria.<br>