Hoy se conmemora el quinto centenario de la muerte en Francia de Leonardo Da Vinci, e Italia se suma a las celebraciones de su genio más universal con numerosas iniciativas en las ciudades en las que vivió, ideó y creó su legado.
El maestro nació en la aldea toscana de Vinci, en 1452, pero en su niñez se trasladó con su padre a la próspera y cercana Florencia, entrando como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio, el primer paso de una vida que le consagraría como ejemplo de artista polifacético del Renacimiento.
Se puso a las órdenes de los más acaudalados nobles y mecenas y, ya anciano y reputado, acabó su vida en Francia, donde vivió dos años a las órdenes de Francisco I, hasta su muerte, el 2 de mayo de 1519, hace quinientos años.
Por esa razón, tanto Francia como Italia recuerdan ahora a este influyente maestro, autor de íconos, como La Gioconda, conservada en el parisino Museo del Louvre, y que destacó por sus inventos y estudios en arquitectura, escultura, ingeniería, pintura o botánica, entre las numerosas artes que dominó.
Su pueblo natal, Vinci, reabre hoy su Museo Ideal de Leonardo y mostrará además un mechón de pelo del maestro. Pero además presume de un rico programa para conocer su figura y el museo leonardiano.
Florencia también celebrará a uno de sus artistas más ilustres con diferentes muestras. Asimismo, Milán le rendirá tributo en donde dejó una huella indeleble de su talento, como su precioso fresco de La última cena (1495) en el convento de Santa María de las Gracias.
Venecia acogerá en una muestra sobre la representación de la proporcionalidad humana de Leonardo.
Otras ciudades como Roma o Prato se han sumado también a las celebraciones para recordar al que seguramente sea su artista más universal. EFE