El hecho ocurrió el 7 de abril de este año, en el zoo de Wellington, Nueva Zelanda, cuando John Owen Casford, de 23 años, cortó dos candados de la puerta del recinto para entrar en el lugar donde se encontraban los simios.
La intención de Casford era robar un mono ardilla para dárselo a su novia. Sin embargo, el plan no salió como esperaba ya que se vio en medio de una pelea con los monos y acabó con una pierna fracturada, dos dientes rotos, un tobillo torcido y moratones múltiples.
Según el informe presentado al tribunal, a la mañana siguiente de lo ocurrido, los trabajadores del zoo se asustaron al notar la ausencia de uno de los monos; el pequeño primate se encontraba escondido en un rincón del recinto.
“Lo que sé es que al amanecer todos los monos estaban angustiados, dos de ellos resultaron heridos”, informó el juez.
Por su parte, los trabajadores afirmaron que los simios habían quedado “traumatizados” por el incidente. Además, el joven dejó la puerta abierta al intentar robar uno de los monos ardilla, pero ninguno de los simios escapó y los cuidadores los encontraron dentro del recinto.
La noticia salió a la luz tras conocerse este miércoles la condena contra Casford, de dos años y siete meses de prisión. El magistrado lo despidió diciéndole, “tu intento no tuvo éxito”, informó el medio 20 Minutos.es.