La Constitución del 92 fue producto del pacto ciudadano que consagró a la democracia como forma de Gobierno, pero en casi tres décadas los principios consagrados en ella terminaron en meros enunciados o fueron desvirtuados por intereses sectoriales corporativos y contubernios políticos, expresa. “La pandemia de la Covid-19 y la corrupción rampante lo han dejado al desnudo de manera abrupta y dramática”, añade.
Como primer punto, el manifiesto sostiene que es necesario un nuevo modelo de desarrollo económico, modificando la estructura monoproductiva centrada en la exportación de soja y carne. Señala que si bien estos rubros cuentan con ventajas competitivas, generan una alta concentración de la riqueza y dañan el medioambiente.
En ese sentido, plantea la implementación de una nueva matriz productiva, promoviendo actividades vinculadas con las tecnologías de la comunicación, el uso de energía limpia, la agroindustria diversificada, la producción cultural y la innovación del conocimiento. Agrega que estas actividades pueden ser los nuevos motores del empleo, sustentabilidad medioambiental y productividad, lo que pueden garantizar un crecimiento más abierto, inclusivo y equitativo.
Asimismo, indica que la pandemia está evidenciando la relevancia de las mipymes y la agricultura familiar en la economía, por lo que el Estado debe garantizar la formalización del trabajo que crean, su productividad y su inserción en cadenas productivas competitivas.
REFORMA TRIBUTARIA Y JUDICIAL. El manifiesto recalca que con una presión fiscal del 10% es imposible pensar en un Estado presente y eficiente, por lo que insisten en la necesidad de tener un sistema tributario justo, que recaude mediante los impuestos directos, y que garantice el fin de la evasión y los injustos privilegios tributarios. Recuerda que el sistema tributario nacional es uno de los más injustos, lo que ha empujado al Gobierno a recurrir a préstamos externos para la crisis del Covid-19.
Otro de los puntos propone una reforma judicial y subraya que la Justicia está hundida en el cenagal de la sumisión política y la corrupción. Pide acabar con el tráfico de influencias y la perversión por el poder del dinero, “lo que nos convierten en un país inviable por la falta de seguridad jurídica”, añade.
LAS CLAVES DE LA PROPUESTA
Nuevo modelo. Se debe implementar una nueva matriz productiva, promoviendo el uso de la tecnología, la agroindustria diversificada, la producción cultural y la innovación del conocimiento, entre otros.
Equidad tributaria. Urge un sistema tributario con impuestos directos y progresivos que garantice el fin de la evasión y de los privilegios tributarios para los más ricos.
Reformas. Debe ser prioridad una transformación de la Justicia para garantizar seguridad jurídica, del sistema electoral para tener igualdad de condiciones en las votaciones, de la salud pública para garantizar el derecho a la vida saludable, y de la educación y la protección social para el desarrollo y una vida digna.