- Clarisa Enciso
- @encisoclarisa
Aristóteles decía que el único Estado estable es aquel en que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y tenía mucha razón, por esa razón nace en la Fundación Saraki el Programa de Inclusión Laboral efectiva, donde cientos de jóvenes con discapacidad pueden acceder a un trabajo digno y remunerado.
Memoria
Saraki nace en el año 1996 como un programa de formación general para personas con discapacidad. A medida que iban creciendo se sumó el desafío del acceso al empleo. En el año 2007 surge el programa Inclusión Laboral Efectiva como respuesta a la necesidad de promover oportunidades laborales trabajando con empresas, organizaciones y también con usuarios con discapacidad, buscadores de empleo y sus familias. “El Programa Inclusión Laboral Efectiva fue creado y liderado por la presidenta de la Fundación Saraki, María José Cabezudo, y la gerente del Programa, Diana Elizeche, profesionales con vasta experiencia en el área de la discapacidad que, con el apoyo de facilitadores laborales, intérpretes de lengua de señas, consultores y equipo administrativo sostienen las diferentes acciones del programa”, comenta la licenciada Diana Elizeche Almeida, gerente de Inclusión Laboral Efectiva de la Fundación Saraki.
Para saber más
El programa va dirigido a personas con discapacidad que buscan trabajo y empresas que quieren incorporar trabajadores con discapacidad. Se proyectan acciones para ambos sectores, empleadores y buscadores de empleo. A la fecha son más de 400 jóvenes que han sido beneficiados para acceder al primer empleo, uno totalmente igualitario al de las personas sin discapacidad, demostrando que a pesar de las adversidades todos tienen el derecho a salir adelante y sobresalir en todos los aspectos de la vida.
“Desde el 2007 hasta la fecha se llevan aproximadamente 400 incorporaciones laborales de manera directa y otras muchas indirectas por medio de acompañamiento a concursos públicos, capacitaciones y empoderamiento a empresas e instituciones, además tenemos en bolsa de empleo más de 3.000 personas con discapacidad y sus familias, que han recibido cursos, capacitaciones y acompañamiento en procesos de intermediación laboral”, agrega Elizeche.
A este barco se han subido unas 200 empresas, quienes han trabajado con el programa por medio de pasantías, capacitaciones, incorporaciones laborales entre otros varias acciones.
Misión y meta
La misión por medio de esto es promover la valoración de las capacidades de las personas con discapacidad y el valor agregado que brindan a los entornos laborales. Hasta ahora no se ha presentado ningún inconveniente con estas oportunidades y son aplaudidas por los clientes y miembros de las empresas participantes. La tarea es seguir abriendo las puertas de más empresas para que más jóvenes y sus familias puedan ejercer su derecho al trabajo y salir adelante sin discriminación y con las mismas oportunidades que todos los ciudadanos del país.
La profesional enfatiza que es de suma importancia que más empresas brinden una oportunidad a las personas con discapacidad, motivándolas a superarse, apostando al talento que poseen, sumando más inclusión, no buscando cumplir los derechos o con una mirada de apoyo, sino buscando el bien para los jóvenes quienes son el futuro de nuestro país. “Continuar motivando a empresas e instituciones para que brinden oportunidades a las personas con discapacidad apostando a sus talentos y no desde una mirada asistencialista, porque para nosotros la inclusión suma al capital humano y la productividad y no es solo cuestión de ser buenos o brindar derechos”, expresó.
Este proyecto es una forma de ver un futuro favorable para el país, donde los derechos y responsabilidades de los ciudadanos se cumplen en forma dando herramientas para combatir el desempleo y la ignorancia. La igualdad es fundamental para que todos los jóvenes puedan explotar sus cualidades y acceder a un trabajo, salud, estudio y por sobre todo aprendamos a que todos somos capaces.