César Darío Portillo Colmán, de 30 años (explotador), e Isidro Francisco Jorgge Duré, de 31 años (captador), desde ayer están siendo juzgados por un Tribunal de Sentencia de Villarrica. Ambos fueron procesados por trata de personas en la modalidad de explotación laboral, por la muerte del niño jinete Antonio Daniel Sánchez, de 12 años, quien falleció en abril del año pasado tras caer de un caballo.
La madre del niño dio su testimonio ante los jueces Juan Gómez, Nancy Roa y Élida Bogado. Ella comentó que la pobreza en la que se encuentra la obligó a entregar a su hijo a Portillo, a quien le confió, ya que fue recomendado por Jorgge, amigo de la familia. Éste le habría propuesto llevar al menor a que trabajara como secretario de Portillo, ya que de esa manera iba a tener la posibilidad de estudiar.
Fue así que Antonio Daniel dejó su hogar en la ciudad de Yuty, Departamento de Caazapá, al ser enviado al establecimiento rural en Mbocayaty, Departamento de Guairá, donde debía realizar numerosas tareas dentro de las caballerizas, tales como las limpiezas del lugar y el cuidado de los animales. Incluso, la víctima participaba de la competencia de caballos y pasaba las noches en el predio, según mencionó la madre, quien agregó que se le pagaba 400.000 guaraníes y no asistía a la escuela.
Es así que el niño, practicando con el caballo, se cayó, sufrió muerte cerebral y luego murió en el Hospital del Trauma de la capital, en abril del año pasado.
Según las fiscalas Claudia Morys y Natalia Acevedo, Portillo convirtió al niño en jinete con el propósito de obtener beneficios económicos en las competencias de caballos.