El 28 de agosto del 2020, los jueces Carlos Hermosilla, Héctor Escobar y Wilfrido Peralta habían sentenciado a Reinaldo Chaparro, Lucio Romero y Nery Franco, conocidos como los caseros del diputado Tomás Rivas. Esta fue parcialmente anulada por Apelaciones los primeros días de diciembre.
Los tres habían sido condenados por estafa y la Cámara de Apelaciones –integrada por Arnulfo Arias, Emiliano Rolón y Óscar Rodríguez Kennedy– consideró que la sentencia tiene sustentación defectuosa, ya que no se describía la condena de cada uno.
Se le había condenado a Chaparro a tres años de cárcel, mientras que para los demás la pena fue de dos años y medio. El fiscal Luis Piñánez también había acusado por cobro indebido de honorarios, pero el Tribunal dijo que eso no se probó.
Sí se había demostrado la estafa en contra del Estado, ya que percibían salario sin trabajar en Diputados. Explicaron que en el caso de Franco, el perjuicio fue de G. 24 millones; Chaparro fue de G. 16.937.080; y de Romero fue de G. 16.895.830, por los salarios cobrados.