La inflación en noviembre moderó su ritmo en relación con meses anteriores del 2021, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP). En términos mensuales, la variación del índice de precios al consumidor (IPC) se ubicó en 0,5%, la cifra más baja del segundo semestre del año.
Sin embargo, si se observan los registros acumulados e interanuales del IPC, los números todavía se posicionan por encima de la meta del BCP. La inflación acumulada a noviembre llegó a 6,8%, mientras que la suba de precios en un año fue de 7,4% en el penúltimo mes de 2021.
Pese a que la inflación empezó a desacelerarse y que se espera que este indicador vaya convergiendo hacia el objetivo oficial (4%) para fines del año que viene, analistas consultados por Última Hora coinciden en que todavía existe cierta incertidumbre y resaltan la existencia de factores que pueden presionar a los precios durante 2022, relacionados con la situación de este año.
César Barreto, ex ministro de Hacienda, puntualizó que la inflación observada en los últimos meses está afectando fuertemente al bolsillo y la calidad de vida de los segmentos más vulnerables. Al respecto, consideró necesario que la banca matriz normalice su política monetaria, para evitar alimentar aún más una presión que actualmente está viniendo de factores externos como los precios de materias primas o del transporte internacional, cuya permanencia sería transitoria, aunque advirtió que no existe certeza plena sobre su duración.
Adicionalmente, comentó que, antes de tomar sus próximas decisiones, la banca matriz debe atender cómo evoluciona la propagación de la inflación hacia sectores no transables (de los bienes usados o consumidos dentro de la economía nacional). No obstante, consideró el escenario de precios altos que marcó el 2021 seguirá siendo relevante e inclusive estimó que la inflación del 2022 estará aún por sobre la meta del BCP, en torno a un 5%.
RIESGOS. Patricia Goto, economista de CPA Ferrere, indicó que la inflación alta va a seguir persistiendo por lo menos en el primer semestre del año 2022, pero aclaró que todavía existe un significativo grado de incerteza de cara al futuro cercano. En ese sentido, sostuvo que la inflación global en la actualidad ya no responde solo a factores de oferta, sino también de demanda, sobre todo en los EEUU.
A nivel interno, aseguró que –entre otros aspectos– se debe monitorear la situación de los precios de los servicios, que muestran una tendencia al alza, y lo que pueda suceder con el ajuste del salario mínimo, el cual está vinculado a los datos del IPC. “Eso puede derivar en un espiral inflacionario, claramente los salarios forman parte de la estructura de costos de las empresas”, manifestó.
Por su parte, el analista Amílcar Ferreira expresó que si bien persisten ciertos factores de riesgo para los precios, la expectativa es que la presión inflacionaria sea decreciente en 2022, avanzando hacia una normalización total hacia finales del año entrante. Con relación al punto específico del ajuste del sueldo base, añadió que el índice de precios al consumidor del Banco Central puede ir mostrando resultados más moderados en los meses entrantes, lo cual a su vez haría que el ajuste del salario mínimo sea más acotado. Al respecto, destacó la campaña de reducción de precios en el marco de Añua.
9% aproximadamente sería el ajuste del sueldo mínimo en 2022, según las proyecciones de CPA Ferrere.
6,8% es la inflación acumulada que se tiene hasta el mes de noviembre, según las mediciones del Banco Central.