Las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) confirmaron que en lo que va del año hay 393 casos sospechosos de enfermedad febril eruptiva (ERE); distribuidos en los departamentos de Central, Paraguarí, Cordillera, Itapúa y Alto Paraná.
Si bien con la pandemia del Covid-19 se fortaleció la capacidad del Laboratorio Central del MSP para comprobar un caso de sarampión, el circuito que se sigue culmina con el análisis que realiza el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
“Clínicamente, un médico avezado puede perfectamente diagnosticar una enfermedad eruptiva sin casi confusión; solamente hay una o dos enfermedades con las que se puede realmente confundir a un médico experimentado. Pero son excepcionales los casos en forma clínica y lo que pasa ahora es que tenemos 24 promociones de médicos que no han visto sarampión, por eso los casos son catalogados como sospechosos. Mientras, que el Ministerio de Salud está estudiando al azar los casos”, sostuvo Campuzano.
Para la pediatra, a quien le tocó tratar a infantes con sarampión hace más de tres décadas, esto no significa que haya más casos de la enfermedad y que aún no se confirmaron. “En este momento, estamos todos muy vigilantes y no se plantea eso”, afirmó en alusión a los probables subregistros.
“El problema va a ser si se desencadena la epidemia, ahora lo tenemos controlado”, advirtió, a la falta de experiencia clínica que tienen los médicos que se formaron en los últimos 24 años.
Tenemos 24 promociones de médicos que no han visto sarampión, por eso son sospechosos.
Dra. Ana Campuzano,
médica pediatra.