Confusas circunstancias envuelven el asesinato de un hombre de 80 años en la comunidad indígena Ypachi del distrito de Yhu, Departamento de Caaguazú.
El hallazgo del cuerpo se produjo el sábado a la mañana en su rancho aislado del núcleo poblacional. Allí, Segundo Sosa, la víctima pasaba sus días solo y en medio de la precariedad extrema.
El médico forense Fredy Muñoz informó que el ojo izquierdo desapareció, la nariz le habían cortado, al igual que dos dedos de la mano. Se presume que las graves lesiones fueron infligidas con arma blanca.
Los investigadores analizan varias pistas entre ellas un asesinato programado teniendo en cuenta que la víctima era sindicada de brujo (hechicero) y con amistad relacionada a una anciana practicante de esos ritos. En la cultura de los pueblos nativos, las y los hechiceros están condenados a morir para desterrar el mal. RF