Los choferes de los rodados, al ser requeridos por los documentos respaldatorios de la carga, señalaron que no los tenían. Por este motivo, se presume que la mercancía ingresó al país de contrabando. Asimismo, los investigadores creen que el destino era la ciudad de Villarrica, Departamento de Guairá.
Para los intervinientes resultó sospechoso el horario en que se estaban desplazando los camiones y la cantidad de bolsas que traían. La Policía Nacional ya manejaban la información sobre el ingreso ilegal de cemento, por lo que venían siguiendo pistas y se solicitó el acompañamiento del fiscal Rodríguez.
detalle. Según los datos que fueron dados a conocer por las autoridades, cada camión transportaba cerca de 640 bolsas cada uno, lo que totaliza alrededor de 2.000 bolsas que ingresaron presumiblemente de forma irregular.
No se descarta que este cargamento forme parte de un esquema de contrabando de cemento, que está ingresando miles de toneladas de producto brasileño utilizando la frontera seca, con la supuesta complicidad de funcionarios de instituciones encargadas de evitar el contrabando.
El fiscal Rodríguez dispuso que los camiones interceptados y la carga se pongan a disposición de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA), mientras el Ministerio Público trabaja para identificar a los propietarios.
precio. En el mercado local se está sufriendo una notoria escasez de cemento, lo cual está elevando su precio. Informantes dijeron ayer que la bolsa de cemento se está vendiendo a G. 80.000, cuando que su precio normal era de 55.000.
A finales del mes de agosto pasado, desde el sector privado habían señalado que se registraban problemas para importar el material y que la cementera Yguazú se encontraba parada.
Por su parte, los representantes de la Industria Nacional del Cemento (INC) habían afirmado que su producción y despacho se reforzó, pero cabe destacar que la estatal solo puede cubrir alrededor del 60% del consumo general.
Paul Sarubbi, titular de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), había manifestado que uno de los inconvenientes era la bajante del río, lo cual inclusive afectaba el transporte de clínker de la INC desde Vallemí hasta Villeta. “Casi no se puede navegar. Y los importadores están con dificultades para conseguir cemento”, expresó en una anterior comunicación con Última Hora.