“Nuestro país está construyendo la paz, entre luces y sombras. Ha registrado señales claras de combate a la corrupción, pero se reclama que nadie quede impune ante los delitos éticos y morales cometidos y que la Fiscalía, los jueces y la Policía Nacional actúen conforme a las leyes, según cada caso y no los encubran”, acotó.
Recordó además que según los números, el país ha experimentando un importante crecimiento económico en la última década, sin embargo, persisten desafíos, principalmente a nivel territorial a causa de la inequidad en las zonas rurales y urbanas.
Esta situación afectó particularmente a las poblaciones indígenas y campesinas. “Hubo signos de conflictos que se han producido con una capacidad destructiva creciente, y que no dejan de afectar especialmente a los más pobres y a los más débiles”.
SIN PRIVILEGIOS. Por otra parte, el Arzobispo de Asunción destacó que el país cuenta con un gran potencial para el crecimiento económico. Llamó a cortar los privilegios para algunos sectores y mejorar la calidad del gasto público. “No más privilegios injustos para sectores políticos minoritarios a quienes, parece ser, no les interesa un país mejor, sino su propio interés y dinero”.
Con respecto a la paz, señaló de nuevo que es bueno que las autoridades se encuentren con el pueblo. “Que escuchen el clamor de los pobres y de los más excluidos de la sociedad. Un proyecto de combate a la pobreza comienza amando a los pobres, ocupándose de sus vidas y familias”, expresó Valenzuela.
Agregó que el logro de un gobierno se manifiesta en la conquista de la equidad, pues la inequidad está a la base del desequilibrio económico y social.
TRANSFORMACIÓN. Atender efectivamente la transformación institucional y productiva del país, y alcanzar mayores niveles de eficiencia y transparencia es necesario fortalecer las capacidades de gestión pública e incrementar la movilización de recursos públicos y privados para el desarrollo, aconsejó el religioso. “Hará falta promover cambios estructurales productivos y facilitar la integración adecuada del país en el mundo para eso es necesario fomentar la inserción internacional de empresas paraguayas”.
En cuanto a la realidad educativa, el arzobispo de Asunción expresó que persisten retos de ingreso tardío al sistema. Esto repercute en el desempeño académico durante el primer ciclo de la educación básica e incide en las tasas de repetición.
A este panorama se suma que menos de la mitad de los jóvenes de 15 a 17 años asiste a la educación media, lo cual resulta preocupante.
“No más privilegios para sectores políticos minoritarios a quienes parece no les interesa un país mejor, sino su propio beneficio”.
“Un proyecto de combate a la pobreza comienza amando a los pobres, ocupándose de sus vidas y familias”.
Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción.
Sobre homosexualidad
La homilía también habló del tema de la homosexualidad. “Sobre las personas con atracción homosexual, la Iglesia les abre las puertas y les apoya en su camino de conversión, como a todos los otros hijos. Sin embargo, hay que aclarar que esta apertura y acompañamiento implica un ‘ponerse de cara a la verdad’ con misericordia y respeto”. Expresó que el magisterio de la Iglesia señala que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. “No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual, por ende, sin aprobación”.