‘‘No nos contentemos en ver la corrupción moral en que estamos’’, instó el religioso en una atípica misa de miércoles de cenizas en la Catedral Metropolitana, debido a los protocolos sanitarios por la pandemia de coronavirus.
Valenzuela continuó diciendo durante su homilía que las instituciones como el Ministerio Público están llamadas a dar ejemplo cumpliendo con sus tareas específicas, ‘‘sin dejarse manipular por poderes fácticos poderosos’’.
Pidió superar la tentación de la violencia que crea más violencia y dar el ejemplo, primero como cristianos y luego como ciudadanos de emplear las herramientas de la democracia para superar las contiendas políticas o partidarias.
‘‘El lenguaje de los escraches, siempre que no sean ofensivos, debe ser leído con responsabilidad por parte de las personas afectadas. Es un llamado a la cordura, la transparencia y a la responsabilidad social del cargo. Lo que se busca es la justicia y el bien común’’, señaló.
Asimismo, recordó a los fieles que como cristianos no pueden tolerar ninguna agresión verbal o física como tampoco ningún abuso de menores, en las familias, en las instituciones educativas o sociales y menos aún dentro de la iglesia.
Vacuna. El arzobispo metropolitano resaltó que en este tiempo de pandemia se está viviendo momentos históricos de mucha prueba y de mucho sufrimiento, por lo que se espera que con la vacunación acertada se pueda volver a cierta normalidad de la vida, disminuyendo cuanto se pueda el contagio y potenciando el bienestar de las familias.
Entre otras preocupaciones, mencionó la amenaza de nueva inundación por la crecida del río Paraguay que una vez más pone de manifiesto la ineficacia de soluciones temporales para los bañadenses. ‘‘Es bueno que definitivamente el Gobierno junto con la Municipalidad de Asunción, y con la colaboración de nuestra Pastoral Social, busquen como prioridad una solución duradera y sostenible para las viviendas de los nuevos barrios en la Costanera de Asunción’’, valoró Mons. Valenzuela.
Vuelta a clases. Agradeció a Dios por la vuelta a clases, al personal docente por su dedicación y entrega a los niños, adolescentes y jóvenes.
‘‘Animo a las familias para que, con todos los cuidados sanitarios, envíen a sus hijos a la forma presencial. Ellos necesitan del encuentro, del compartir, del sentido de unidad en grupo y en amistad’’, alentó el arzobispo.
Alentó a los padres y a las madres a hacer un gran esfuerzo para que este año escolar sea beneficioso, y que los alumnos “se superen en la ciencia, en el arte, en la manera de vivir con los demás y su relación con Dios’’.
Es tan importante el buen funcionamiento de las instituciones conforme a la Constitución Nacional. Edmundo Valenzuela, arzobispo.