Como hermana mayor, Tatiana quedó a cargo de sus hermanos y toma el timón de la casa con la ayuda de Kristel, quien pasa más horas con el pequeño Didier distribuyendo el tiempo entre los estudios y el trabajo.
Tatiana es sobreviviente del incendio de Ycuá Bolaños ocurrido en el 2004 y como consecuencia de las quemaduras sufridas parte de la pierna derecha le fue amputada y desde entonces requiere de una prótesis que debe ser cambiada cada 6 meses. “Fue difícil tomar esta decisión. Me cansé de mendigar por un trabajo, no quiero más verle sufrir a mi hija, sigue sufriendo mucho después de tanto tiempo. Veo esta como una oportunidad para trabajar y tratar de ayudarles, es lo único que me resta. No puedo decir que vuelvo mañana o en dos años, depende de muchas cosas”, afirmó Judith en comunicación telefónica desde España, país en el que se encuentran alrededor de 80.000 paraguayos en busca de mejores oportunidades para el sostén económico.
Ante la ida de Judith, las hermanas tuvieron reacciones dispares y se acomodan a la realidad que sí coinciden es un paso difícil para la familia. “Yo conversé más con ella, siempre fuimos más apegadas y desde el principio porque veía todos los días lo que pasaba buscando tener ingresos para nosotros”, afirma Kristel.
Tatiana reflexiona sobre la responsabilidad que asume a partir de ahora y cuestiona que después de 12 años tenga que seguir buscando apoyo estatal para realizar los cambios de prótesis que sigue necesitando.
“Mi mamá perdió muchas oportunidades de trabajo cuan- do tuvo que cuidarme todo el día después de la tragedia. Acá hay trabajo y oportunidad para los que se relacionan con polí- ticos, más en la función públi- ca, que se ingresa de esa manera. Mi mamá se cansó de eso, los políticos le ilusionaron con trabajos y tantas cosas que creyó y se cansó porque no pasaba nada y hoy la separación nos tocó a nosotros”, puntualizó.